Jesús, La Verdadera NavidadMuestra

Querido amigo/a:

Pensaría que a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que la Navidad trata de Jesús, todos los personajes de los que hemos hablado tienen que ver con Jesús, el Dios que se hizo hombre por amor a una humanidad caída y pecadora. Al verle a Él, descubrimos el ejemplo más grandioso de humildad, despojo, servicio, rendición, alegría, gozo, y tantas otros valores más.

Quisiera cerrar estas reflexiones enfocándonos en lo que deberíamos recordar en esta Navidad:

Jesús abandonó su posición celestial para buscarnos a ti y a mí, porque nos habíamos perdido en nuestras transgresiones y pecados.

Con plena conciencia de que lo traicionaríamos y de que enfrentaría una muerte atroz, decidió venir de todos modos por todos nosotros, porque así de determinado y decidido es su furioso amor por los suyos.

Renunció a todos sus derechos en Su gloria eterna para obedecer a Dios, el Padre, y venir a rescatarnos de nuestra vana manera de vivir.

¡Sí, ya sé, me vas a hablar de tus derechos! O más bien, ¡hablemos de nuestros derechos!

Estos derechos pueden manifestarse de diversas maneras. Podemos jactarnos de nuestras buenas acciones, del tiempo que llevamos siendo cristianos, de las adversidades que hemos soportado por la causa de Cristo, del trabajo que hemos realizado en Su nombre, de los sacrificios que hemos hecho, y así sucesivamente.

No obstante, independientemente de la forma en que hablemos de nuestros derechos, les aseguro que los derechos de Jesús eran superiores. Él era el Hijo de Dios, la manifestación del máximo poder y justicia.

Sin embargo, humildemente, dejó de lado sus derechos, no por algún afán de reconocimiento o promoción. Su elección de humildad estaba motivada por un amor perfecto: amor a Dios, que lo llevó a obedecer, y amor a nosotros, que lo impulsó a morir en la Cruz.

¡No te parece que el regalo más grande que podemos experimentar y ofrecer a cualquier persona en esta Navidad es el gran amor de Dios manifestado en la vida y obra de Su Hijo Jesucristo a favor nuestro!

Querido amigo/a, sin duda alguna, creo que la mejor forma de cerrar este plan devocional es, invitarte a hacer conmigo una oración de gratitud a Dios Padre por el inmenso regalo que nos permite celebrar en esta Navidad un año más el nacimiento de Jesús.

Oremos juntos:

Amado Jesucristo, tu amor me abruma. Ayudame a nunca perder la maravilla de que Tú descendiste a este mundo y te hiciste hombre para salvarme. Podrías habernos exigido lo que sea para que pudiéramos acceder a Tu Reino, pero sabías que no había nada en esta tierra que pudiera pagar por nuestros pecados, por eso naciste en el vientre de una mujer para identificarte con nuestra humanidad y fragilidad, y así poder ir a la Cruz. Hoy nos pides tener fe en ti y en tu obra a favor nuestro, nos ofreces gratuitamente la eternidad contigo, algo que nunca podríamos ganar por nosotros mismos. ¡Oh, qué Salvador tan maravilloso! Gracias una vez más por nacer en nuestros corazones en esta Navidad. Te amamos Jesucristo. Amén.

Querido amigo/a, espero que este plan devocional haya sido de bendición para tu vida como lo ha sido también para la mía.

Estás en nuestras oraciones y deseamos de todo corazón, que Dios siga bendiciendo tu vida.

¡Feliz y bendecida Navidad!

Con amor en cristo,

Pr. Juan Carlos Calle y equipo Conectar Global

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