Destinados a la prueba, destinados a crecer

Fragmento de la poesía “Tiempo”, del libro Armonias (Jorge L. Zárate):

“Transcurrido cierto tiempo...

volverá a haber risas en mi boca,

el fragor de la batalla será el sosiego

y la muerte será vencida por la vida.

Al entender esto, levanté mi rostro

de la almohada empapada en lágrimas

y esbocé una sonrisa al cielo;

mi fin no será la corrupción”.

Debemos comprender que sin pruebas, problemas o dificultades, no crecemos. La Biblia dice que"la tribulación es la que produce la paciencia, la esperanza y el carácter". Pero, ¿por qué Pablo se alegraba de tener que enfrentar pruebas y dificultades constantemente? ¡Porque él sabía que de esa manera se encontraría en constante crecimiento! No debemos quejarnos de las dificultades porque, en definitiva, son tiempos oportunos para que Dios nos brinde sabiduría y entendimiento.

Pablo dice en Tesalonicenses 3:3 (NTV): "Pero ustedes saben que estamos destinados a pasar por tales dificultades" Entonces, ¿los cristianos estamos destinados a pasar por pruebas, tribulaciones y dificultades? La respuesta es “Sí”. Pero…“Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?".

Esto mismo es lo que tuvo que atravesar Jesús en su paso por el mundo. Dice Hebreos 2:10 (NVI): "Convenía que Dios, para quién y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos". En conclusión, será solo un tiempo la dificultad, será solo un lapso la prueba: volverá a haber risas en nuestra boca porque Dios habrá enjugado toda lágrima de nuestros ojos.