El propósito: el gran dilema que nos hace perder el tiempo

Fragmento de una adaptación de la historia de “El endemoniado gadareno”, del libro “El día que conocí a Jesús” (Jorge L. Zárate):

“El gadareno relata los sucesos a cada persona con excesivo entusiasmo, sabiendo que cumple con la misión que Jesús, su Salvador, le encomendó. A todo el que cruza en su camino le cuenta cómo aquel que andaba en la oscuridad vio de pronto una gran luz. Todo el pueblo luce asombrado de lo que Jesús pudo hacer con una persona que, al ojo humano, no tenía valor”.

Más allá de que todos tenemos diferentes dones y llamados, el foco siempre debe estar puesto, como cristianos, en el cumplimiento del llamado que tenemos como iglesia: La gran comisión. A veces, esperamos por mucho tiempo la revelación de un don, de un llamado, de un ministerio, cuando todo ya está servido a la mesa. El cumplimiento de la gran comisión es la tarea imprescindible del cristiano. No hay otra mayor a ella.

En Mateo 25:31-46 (con sus recompensas por hacerlo y sus castigos por no hacerlo) está la misión que tenemos como hijos de Dios: alimentar, alojar, vestir, visitar a todos los necesitados. ¿Habló Jesús a todos los cristianos en esta parábola? Si, así fue. Sean músicos, sean líderes, ocupen el cargo que ocupen en la iglesia. Esta es la manifestación de los hijos de Dios que la Tierra aguarda.

Cabe destacar que en un momento el pasaje dice:“estuve preso…”. Una persona que padece una enfermedad, tiene hambre o sufre desnudez no necesariamente significa que haya sido injusta. No obstante, sabemos que en la cárcel está aquel que ha hecho las cosas realmente mal en la sociedad: aquel que mató, que violó, que robó. Jesús se refirió a todos ellos, no hizo distinción de delitos. ¡Debemos ir a todos! ¡Él los amó hasta el fin!

Volvamos a la calle, Dios observa a los pueblos, ciudades y países como ovejas dispersas, sin pastor, que van y vienen. Él los ve cansados y agotados. El Señor se encargará de todo lo nuestro: lo que nos preocupa, lo que nos pone ansiosos, lo que nos afana. Cumplamos nuestro deber y nuestro Padre fiel aplastará a Satanás bajo nuestros pies. La calle nos espera para que le hablemos de Jesús, para eso estamos en el mundo. Ese es tu propósito.

Puedes comprar los libros de Jorge Zárate en formato eBook en nuestra tienda online: haciendo clic aquí

¡Gracias por confiar en Cedro del Líbano Ediciones!