El Dios Que Me AyudaMuestra

Siempre te ayudaré

Los seres humanos necesitamos ser ayudados en diferentes momentos de nuestra vida. Una ayuda bien intencionada siempre es bien recibida. Asistencia, auxilio, amparo, apoyo, protección, defensa son palabras que nos dan un marco más amplio de lo que significa la palabra ayuda.

Hay personas que se caracterizan por su inclinación a dar siempre la mano y ayudar en todo lo que esté a su alcance. Son personas que se sienten bien ayudando a los demás y con los que siempre podemos contar.

No obstante, hay situaciones en la vida en la que no nos basta con la ayuda de otras personas, y nuestra alma anhela y busca una ayuda que sólo puede venir del cielo.Por eso el rey David dijo: “Ayúdame, Jehová Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia" (Sal. 109:26). ¡Cuántas veces hemos levantado nuestro clamor al Señor rogando por su ayuda! Y cuán bienaventurados somos de poder depender de su ayuda y su cuidado.

“Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios" (Sal. 146:5).

Como cristianos, gozamos de la bendición de tener al Dios Todopoderoso de nuestro lado, y podemos correr a su trono seguros de que, en sus brazos de amor, encontraremos la ayuda que sólo podemos recibir de Él. El salmista confesaba esta verdad diciendo: “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en Él confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré" (Sal. 28:7).

Cuando el Apóstol Pedro tuvo la valentía de caminar sobre las aguas pudo acercarse a Jesús. Pero cuando vio lo que ocurría a su alrededor, su fe se fue con el viento y se hundió. ¿Quién estaba a su lado?, Jesús. ¿Quién le extendió su brazo y le ayudó sacándole de las aguas?, Jesús. ¿Quién le llevó a la barca mientras caminaban ambos sobre las aguas?, Jesús.

Somos privilegiados, bendecidos, bienaventurados de tener con nosotros al Señor. El mismo que nos dice en su Palabra: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Is. 41:10).