Mentalidad del reinoMuestra

“La mente de reino es teórica y práctica”

Dios está interesado en todos los seres humanos y en todo el ser humano, en todas las dimensiones de la vida, desde el bienestar del espíritu, el alma y el cuerpo, hasta la redención de las relaciones del hombre con Dios, del hombre consigo mismo, entre los seres humanos y del hombre con el resto de la creación.

En el Evangelio del Reino encontramos el proyecto salvífico de Dios, que incluye una nueva humanidad viviendo en una creación restaurada, que lo hará evidente, por sus relaciones sanadas con el Creador, con los demás humanos y con el resto del orden creado.

Nuestra misión en el reino debe ser integral, que abarque la redención de todas las cosas y todas las relaciones, apuntando a la multiplicación de las nuevas criaturas que conforman al nuevo hombre con miras a una nueva creación.

El proyecto redentor se ha inaugurado en Jesucristo, y su pueblo son los agentes del reino, que lo hacen palpable con su vida, acciones rumbo a un futuro, para el establecimiento total del reino en todo el orden creado, y ver la culminación de toda redención.

La mente de reino, sabe tomar decisiones en los momentos de crisis, pues, sus decisiones no están basadas en las circunstancias, sino en la seguridad de la Palabra de Dios. Su énfasis es conocer y entender todo lo bueno, justo y puro de la verdad de Dios, pero también la práctica de la misma.

Comprende que el Reino de Dios no es simplemente el mejoramiento social progresivo de la humanidad, según la cual, nuestra tarea es transformar la tierra en cielo. Ni tampoco simplemente, el reinado interior presente de Dios, en las disposiciones morales y espirituales del alma, sino que tiene una trascendencia más incluyente en el plan redentor de Dios.

A la luz de esta verdad, acepta que el Reino de Dios es una realidad presente y a la vez una promesa que se cumplirá en el futuro; ha venido y está presente entre nosotros,  pero también vendrá de modo que esperamos su advenimiento final. 

El reino se ha hecho una realidad presente en Jesucristo, y su iglesia, los creyentes nacidos de nuevo, debemos predicar como Cristo, que el Reino de los Cielos se ha acercado, que el reino ya está presente y que se avecina el tiempo de la total redención de todas las cosas en Cristo.