Salvos por GraciaMuestra
Día 5
No se trató de obras; todo fue por amor
Hoy llegamos a nuestro último día del devocional; y quiero que podamos profundizar en algo hoy; y es sobre, la razón de la gracia. Ayer que leías Efesios 2, el versículo 8 y 9 dice lo siguiente:
“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.” (NTV)
Cuando comenzamos el devocional, mencionábamos que la gracia es un regalo que no merecíamos recibir; y podemos ver, que no recibimos la gracia por ser buenos, por hacer cosas buenas. Y es que, si hubiéramos recibido la gracia por ser “merecedores”, por hacer cosas buenas, no tendría sentido el sacrificio de Jesús, nos hubiéramos jactado, y no hubiéramos puesto nuestra mirada en Jesús, sino que, nos hubiéramos visto a nosotros mismos como nuestros propios salvadores. Hubiéramos visto de menos a Jesús.
Pero, si analizamos en esto, al no ser merecedores de la gracia, es donde podemos ver lo hermoso de Jesús. Ponte a pensar en esto, ¿Quién da un regalo a alguien que no lo merece? Lo que impulsó a Jesús a darnos este regalo llamado GRACIA, fue el amor. Quiero que analices esto, si tú sabes que alguien te va a traicionar, ¿seguirías con esa persona? Si sabes que alguien te va a rechazar, y te va a herir, ¿seguirías con esa persona? Yo sé que no, inmediatamente nos alejaríamos de esa persona; sin embargo, Jesús fue diferente, él ya sabía que le seguiríamos fallando, que lo rechazaríamos, que nos separaríamos de él, que incluso lo traicionaríamos, pero, aun así, dio su vida por nosotros. ¿Y sabes por qué? Fue por amor.
Imagínate, Jesús rompió la barrera que había entre Dios y su creación, para que nuevamente nuestros corazones se volvieran a unir; y esa cruz, nos dio tanto; nos dio una oportunidad de ser una nueva criatura, de volver a la vida, de ser libres de la esclavitud. Tú y yo, somos testimonio de su gracia.
“De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.”
-Efesios 2:7 (NTV)
Hace mucho tiempo, luchaba con depresión, y pensamientos suicidas; donde creía que no tenía un valor y pensaba que no era amada; pero esa cruz me demostró que estaba equivocada. No sé si también has luchado con baja autoestima y has sentido que no tienes un valor, pero déjame decirte que esa cruz te dio un valor y una identidad. ¿Sabes por qué? Por qué nadie daría su vida por alguien que no vale la pena, y si Jesús dio su vida por ti y por mí, aun cuando ni siquiera lo amábamos y mucho menos lo conocíamos; significa que valemos la sangre del Hijo de Dios. Dios te ama tanto, que entregó a su hijo único por amor a nosotros, para que tú y yo pudiéramos volver a tener un encuentro con él. No sé tú, pero eso me hace sentir tan amada, y oro para que tú también recibas ese amor. El amor de Dios es algo que no podemos explicar, algo que sobrepasa todo entendimiento. Oro para que recibas a Cristo en tu corazón y puedas caminar con él, y que esa gracia te abrace y seas esa nueva criatura; recuérdalo, tú y yo somos un testimonio vivo de su gracia. ¿Ves lo hermoso de ese regalo?
No fue por obras, fue su GRACIA.
Acerca de este Plan
Es normal recibir un regalo por haber hecho algo bueno; sin embargo, hay un obsequio que se le dio a la humanidad, no por haber hechos cosas buenas, o por ser merecedor de ello. A través de este plan, conoceremos ese regalo llamado GRACIA, un regalo que Jesús nos dio, aun sin merecerlo; y para poder darnos ese regalo pagó un precio que tú y yo, nunca hubiéramos podido pagar.
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Nos gustaría agradecer a Alejandra Maradiaga por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/nmaradiaga_02?igsh=bWxkOGo3emtuenl1&utm_source=qr