Aliento Para El MatrimonioMuestra

Que las diferencias nos diviertan

Recuerdo cuando mi esposo y yo comenzamos nuestra amistad, él es mexicano y yo puertorriqueña, fue algo difícil entendernos en cuanto algunas palabras, frases y refranes (dichos populares) aunque hablamos el mismo idioma. Estoy segura de que eso ocurre con personas del mismo país, pero de regiones diferentes. Yo hasta pensé en crear un diccionario para poder comprendernos mejor, pues en una ocasión me molesté bastante cuando me dijo que me llamaría “al rato” y no lo hizo hasta el otro día. Para él “al rato” puede ser bastante tiempo, para mí es en pocas horas. Ahora lo comparto y me río porque las diferencias también le dan una chispa especial a la relación si las sabemos canalizar, pero en ese momento, como les dije, me molestó mucho. Se dio un problema de comunicación. Y la comunicación es muy importante en la relación.

Ya casados, la comida es distinta en nuestros países y nombramos los mismos vegetales y frutas de manera diferente. Hemos tenido que aprender a llamar al guineo, plátano; a la china, naranja; a la batata, camote, entre otros. Sin embargo, sé que aunque fuéramos del mismo país, existe el dilema de “mami lo cocina distinto a ti”, entre otras diferencias. ¡Espero que no te sientas identificado o identificada! Siempre hay algo que hacemos diferente. En mi casa, normalmente comemos puertorriqueño, pero mi esposo le echa chile o más bien, salsa picante, a algunos de los platos. Así los dos disfrutamos los alimentos.

Son muchos los ajustes que tenemos que hacer para poder tener un mayor entendimiento de nuestra pareja y que las diferencias simples de la vida o culturales y regionales no terminen causándonos problemas en el matrimonio. Hay que buscar un punto medio o llegar a un acuerdo en caso de decisiones que sean importantes o hasta las que parezcan insignificantes. Por ejemplo, en mi casa se compran dos pastas de diente porque a mí no me gusta la que usa mi esposo, eso puede causar problemas en algunas relaciones, pero nosotros optamos por comprar dos. ¡Resuelto el dilema! A paz nos ha llamado Dios. Hay que evitar los conflictos. En ocasiones, las cosas que parecen pequeñas son las que afectan más la relación. Así que, no permitas que las diferencias te separen y echen a perder la relación, al contrario, que la diversidad te divierta.