Una pausa en tu vida AntologíaMuestra
Ladrón de lo propio
Carlos entró sigilosamente en el garaje sin encender la luz, abrió la puerta posterior del vehículo; con gran presteza, cortó los cables que conectaban el equipo de audio al automóvil. Ya con su botín en mano, dejó la vivienda y se perdió rápidamente en las sombras de la noche de aquel barrio neoyorquino. Su suerte duró poco, pues a la vuelta de la esquina, un patrullero le interceptó, le detuvo y confiscó el producto de su robo antes de que lo vendiera por unos pocos billetes. Una vez en el destacamento, rastrearon el auto al que pertenecía ese aparato gracias a un microchip insertado y luego buscaron al dueño del vehículo y su domicilio. Fue grande la sorpresa del oficial al constatar que tanto el nombre del propietario como su dirección, coincidían con los datos del detenido. En estado etílico y bajo el efecto de las drogas, Carlos Paredes había entrado en su propio domicilio y despojado a su propio vehículo. No pudo ser detenido. ¡No había incurrido en ningún delito! No se considera un robo tomar algo que es propiedad personal, aunque sea en semejantes circunstancias. Lo cierto es que esta ironía se repite vez tras vez en varios hogares sin dejar registro en los archivos policiales. En realidad, se está robando lo que le pertenece a nuestra propia familia cuando malgastamos el dinero de la leche del bebé en una apuesta de Póker, o cuando destinamos el tiempo que le pertenece a los hijos pasando horas frente a un televisor que nos cautiva; cuando robamos la inocencia de los hijos al ser abusados sexualmente, o entregamos nuestro cuerpo, ojos o mente a otra mujer que no sea nuestra esposa, usurpando así la confianza que nos tuvo por años. Ladrones de lo propio, destructores de aquello que construimos, asesinos de la vida que concebimos.
¿A dónde queremos llegar? Necesitamos urgentemente quitarnos la venda de los ojos para darnos cuenta del desenfreno en el que estamos viviendo, y eso sólo puede lograrlo Cristo.
Hay hombres tan necios que derriban, con sus propias manos, aquello que construyeron durante toda su vida
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo de constante activismo y estrés, es crucial detenerse y observar el entorno para apreciar los detalles ignorados. El texto insta a recordar que lo esencial es invisible a los ojos y a iniciar una relación con Dios para obtener una perspectiva adecuada en los desafíos diarios. Ofrece "Reflexiones para el alma" como una guía espiritual diaria para encontrar tranquilidad y propósito en medio del ajetreo cotidiano.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://editorialclc.com/