Una pausa en tu vida AntologíaMuestra
No sé por qué a la mayoría de la gente le cuesta tanto agradecer cuando alguien le da la mano o pedir ayuda amablemente cuando la necesita. ¿A ti también te cuesta decir: ‘por favor’ y ‘gracias’? Básicamente, un corazón orgulloso impide la amabilidad. De la abundancia del corazón habla la boca, entonces, una boca amable no es compatible con un corazón orgulloso. Debes aprender a conseguir lo que necesitas o esperas de los demás, usando palabras cordiales. Una actitud áspera sólo dificultará más las cosas. Pensamos que pedir favores es sinónimo de debilidad, o de rebajarse, cuando en realidad es todo lo contrario. Al involucrar personas en mis proyectos, estoy diciendo que son importantes para mí y que valoro su aporte. Ese principio construye lazos vinculantes en las relaciones. Escasean cada vez más las personas sociables. Parecería que esta sociedad materialista y competitiva nos hace herméticos. Nos enfrascamos en nuestros propios problemas, cultivamos una actitud agresiva, huraña y levantamos muros en lugar de construir puentes. Todos podemos tener un mal día y errar en la forma de responder o de pedir las cosas, pero aquí aparece la tercera palabra que encierra esta trilogía de la ética y las buenas costumbres: ‘Perdón’. ¿Difícil, verdad? Quema en nuestros labios. ¿Por qué? Debería ser natural.
Sucede que en el interior del ser humano se ha perdido esa tendencia natural a la bondad y mansedumbre. A causa del pecado que escogimos esgrimir como estilo de vida, nuestro corazón se halla dominado por el orgullo, la ambición y la ira. Lo natural ahora para los hombres y las mujeres es pensar sólo en uno mismo avasallando al prójimo. Si deseas sanar tu interior necesitas experimentar esa revolución de vida que produce un encuentro personal con Jesús y la fe en Su cruz. A partir de entonces naturalmente brotará de ti una respuesta amable, una palabra edificante y una actitud cordial. No se te hará tan difícil pronunciar las “palabras mágicas” que abren el cofre de los tesoros: “Por favor, gracias, lo siento”. ¡Haz la prueba!
El orgullo es como un espejo donde sólo te ves a ti mismo.
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo de constante activismo y estrés, es crucial detenerse y observar el entorno para apreciar los detalles ignorados. El texto insta a recordar que lo esencial es invisible a los ojos y a iniciar una relación con Dios para obtener una perspectiva adecuada en los desafíos diarios. Ofrece "Reflexiones para el alma" como una guía espiritual diaria para encontrar tranquilidad y propósito en medio del ajetreo cotidiano.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://editorialclc.com/