Triunfando en las PruebasMuestra

La vida y la piedad por medio de Cristo

Leer: 2 Pedro 1:1-4

EOAO: 2 Pedro 1:3

Dios, por su poder, nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia

En el texto

Qué promesa tan asombrosa encontramos en estos versículos que, como cristianos, Dios nos ha dado “todo lo necesario para la vida y la piedad”. No podemos producir ninguna de esas cosas con nuestras propias fuerzas; deben ser dadas a través del poder divino. Cuando pertenecemos a Cristo, el poder de Dios fluirá en nuestra vida para hacernos más piadosos. Pedro nos dice que la vida y la piedad que necesitamos como cristianos provienen del conocimiento, es decir, del conocimiento “del que nos llamó”.

Al igual que un recién nacido posee todas las células y genes para madurar hasta convertirse en adulto, pero requiere tiempo, alimento y amor, nosotros también tenemos dentro de nosotros el ADN espiritual para madurar en nuestra fe. Después de saber quién es Jesús y qué hizo por nosotros en la cruz, llegamos a conocerlo mejor y profundizar nuestra confianza en Sus preciosas promesas (2 Pedro 1:4). Es entonces cuando maduraremos como cristianos porque el poder divino de Dios continúa fluyendo en nuestras vidas.

Así como un niño no decide crecer, sino que simplemente lo hace en las condiciones adecuadas, nuestro crecimiento espiritual no se debe a nuestras fuerzas. Es la obra de Dios dentro de nosotros. Él nos ha dado todos los recursos para la madurez espiritual. Nuestra parte es inclinarnos y rendirnos, sumergirnos en Sus verdades y confiar en Su proceso. A medida que nuestra relación con Dios crece, también lo hará nuestra fe.

Conozcamos más sobre la “gloria y excelencia” de Jesús (2 Pedro 1:3) a medida que aprendemos a meditar y confiar en las maravillosas promesas de Dios, que Él ha puesto a disposición de nosotros, Sus hijos. El camino de la madurez espiritual puede parecer largo y, a veces, arduo, pero recuerda: el poder que te impulsa hacia adelante no es tuyo sino de Dios. Acepta el viaje, alimenta tu fe y déjale a Dios el crecimiento.

Oración

Querido Señor Jesús, gracias por equiparme con todo lo que necesito para una vida de piedad. Ayúdame a reconocer los recursos y las bendiciones que has puesto dentro y a mi alrededor. Fortalece mi fe y guíame a medida que cada día me acerco más a Tu semejanza. Amén.