Triunfando en las PruebasMuestra

Teme a Dios y honra al Rey

Lectura: 1 Pedro 2:13-17

EOAO: 1 Pedro 2:15-16

Porque esta es la voluntad de Dios: que, al obrar bien, hagáis callar la ignorancia de las personas insensatas. Actuad como personas libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

En el texto

Es importante señalar que en la época en que Pedro escribió 1 y 2 Pedro, el emperador romano era Nerón, un malvado gobernante que tenía fama de matar cruelmente a los cristianos. De hecho, el propio Pedro pronto sería asesinado por este malvado emperador. Sin embargo, es en este contexto en el que Pedro escribe esta carta, que brilla como un faro de guía y esperanza.

Como seguidores de Cristo, estamos llamados a una vida de sumisión, primero a Cristo y luego a las autoridades que nos gobiernan, siempre que las leyes no contradigan la Palabra de Dios. Pensemos en Daniel y sus amigos en Babilonia (Daniel 1:8-21), que se negaron respetuosamente a contaminarse con la comida del rey. Pudieron encontrar el equilibrio de honrar a Dios sin deshonrar al rey. Obedecieron a Dios sin ser rebeldes, y su fidelidad trajo gloria a Dios.

Nuestras vidas deberían reflejar el mismo compromiso: obedecer a las autoridades gobernantes a menos que hacerlo requiera desobedecer a Dios. No solo debemos buscar nuestro bienestar personal, sino también trabajar seriamente por el bien en el lugar donde vivimos (Jeremías 29:7). No se trata solo de cumplir; es una misión. Es una de las formas en que nuestra vida diaria puede dar gloria a Dios.

Nuestra libertad en Cristo no es una licencia para el beneficio egoísta; es una oportunidad para bendecir a los demás (Gálatas 5:13). Edificamos, no derribamos, moldeándonos según la humildad de Nehemías, que aprovechó su posición no para su comodidad personal, sino para reconstruir los muros rotos de Jerusalén y restaurar la esperanza de Su pueblo (Nehemías 2; 4; 6-9).

Queridos amigos, debemos rendir cuentas a Dios y dedicarnos a servir a los demás, ya sea en tiempos de paz o de persecución. Hemos de ser embajadores del amor de Cristo en cualquier rincón del mundo en que Dios nos haya colocado.

Oración

Querido Señor Jesús, en un mundo que a menudo se opone a Ti, concédeme la fuerza para vivir honorablemente y la sabiduría para navegar en el equilibrio de obedecerte a Ti y a las autoridades que has puesto sobre mí. Ayúdame a usar la libertad que tengo en Ti para bendecir y edificar a otros, reflejando Tu amor y gracia dondequiera que esté. Amén.