¿Dónde estás tú?Muestra
Esta pregunta que Dios le hizo a Adán trajo a mí una inquietud.
Estando en un tiempo de convivencia sentados a la mesa entre adultos y jóvenes surgió una pregunta respecto a la predicación de ese domingo. Yo creí que, a quienes les pidieron su opinión iban a contestar en automático. Pero, ¡no fue así! Empezaron a rebuscar en su mente, y sí contestaron después de un tiempo considerable y me pregunté: ¿Cuándo estamos sentados escuchando la enseñanza, realmente estamos atentos a lo que Dios nos está dando a través de la predicación?
Dios le preguntó a Adán y Eva: ¿Dónde estás tú?
Dios plantó un huerto para ellos, estaban rodeados de todo bien, no tenían preocupación por el techo, la renta, ni por lo que iban a comer, mucho menos les afligía el que no tuvieran que vestir o que calzar, todas sus necesidades estaban suplidas en ese lugar.
Pero, ¿qué paso con Adán cuando Dios les dijo: “De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres ciertamente morirás"?
Dios dijo: No comerás del árbol y le dio el motivo del porqué se lo prohibía: El día que del árbol comieres “ciertamente morirás”. La mente de Adán fue atrapada por la tentación y no mostró mucho interés en la consecuencia que tendría al desobedecer la orden. La mente de las personas regularmente es atrapada por la fascinación de lo desconocido.
Oremos: Señor, ayúdame para no permitir que las tentaciones cautiven mis pensamientos, quiero estar atento a tus instrucciones, dame sabiduría para discernir lo que no es bueno para mí, fortaleza para rechazar la tentación y gozo para permanecer en tu voluntad.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando estamos pasando tiempo con Dios, (mi lectura, oración, en la iglesia), ¿realmente estoy ahí o tengo mi mente en otro lugar?
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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/