¿Dónde estás tú?Muestra
Si Dios te preguntara a ti: ¿Dónde estás tú? ¿Qué le contestarías?
Me puedo imaginar algunas contestaciones como: ¡Aquí preparado para recibir tu mensaje! ¡Listo y preparado para escuchar lo que tienes para mí!
No sé cuántas personas están listas y preparadas, pero, me puedo imaginar a algunos entre papeles frente a la computadora (y no precisamente para escuchar el mensaje de Dios) sino turbados con el trabajo. A otros en medio de los muchos autos atorados por el tráfico de regreso a casa. Otros en el hogar preparándose para escuchar la predicación pero, el grito las peleas y exigencia de los pequeños las perturban, los trastes sucios, los uniformes sin planchar, el almuerzo del día siguiente, la preparación de la cena, etc., ocupan sus sentidos. Pero el domingo tú decides acudir a escuchar el mensaje de Dios, esto es, literalmente sentarse a escuchar lo que Dios tiene para ti. Y aquí viene la pregunta, ¿todos tus sentidos están listos para recibir lo que Dios tiene preparado para ti? ¿Estás tú de mente y cuerpo presente? O, ¿de cuerpo presente y mente ausente? Samuel le dijo a Saúl que Dios se complacía más en la obediencia y en poner atención más que en los sacrificios.
Si no ponemos atención, ¿cómo podremos obedecer? Y, ¿cómo podremos salir de todos los líos en los que nos metemos Si nuestra atención está ausente y cautiva por los afanes, tentaciones y pecados?
Oremos: Señor, reconozco que he pecado y te pido perdón, Tú dices: y conocerás la verdad y la verdad te hará libre. No quiero tener una mente cautiva por el afán, la tentación o el pecado, obra en mí, te entrego lo que me quita la atención de escucharte, ayúdame a poner atención cuando me hablas y a obedecerte. ¡Amén!
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando estamos pasando tiempo con Dios, (mi lectura, oración, en la iglesia), ¿realmente estoy ahí o tengo mi mente en otro lugar?
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Nos gustaría agradecer a Amistad del Sur por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://amistaddelsur.org/