Vasijas De Barro: Un Estudio Bíblico Sobre Las Pruebas Y Las DificultadesMuestra

Elegidos y limpios por el Señor

El primer paso para hacer una vasija de barro es recoger la arcilla.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable... 1 Pedro 2:9

¿Cómo podemos comparar esa parte del proceso con nuestra vida en Cristo?

Pues bien fácil, el Señor nos recogió, nos eligió.

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19

Que hermoso es saber que, de entre millones de personas, Dios nos eligió para formar parte de su familia. Gózate por esta verdad.

Pero hay un pequeño problema, cuando recoges tierra vas a recoger otras cosas junto con ella; basura a lo mejor, pedazos de conchas quebradas si andas por la playa recogiendo arena.

De esa misma forma cuando Dios nos recogió nos tomó con “basura” o defectos. Hay algo que debemos aceptar, que como humanos no somos perfectos. Para algunos de nosotros es difícil aceptar esa parte de nuestras vidas, pero al presentarnos ante Dios no podemos esconder nada, Él nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos. Entonces, acepta que tienes defectos, que hay cosas en tu vida que no son correctas, que hay cosas en tu carácter y en tu forma de ser que necesitas cambiar. El cambio no es fácil, mas es necesario.

El alfarero no puede usar la arcilla llena de basura, tiene que limpiarla. De igual forma Dios nos tiene que limpiar, y así, si ya le entregamos la vida al Señor, Él nos limpió con su sangre preciosa.

Pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7

Es un camino de dos sentidos. Jesucristo nos limpia y nosotros, ¿qué debemos hacer?

Quizá te vas a cansar de leer esta palabra, pero ¡gózate! El sacrificio del Señor por ti debe darte gozo.

Cuando aceptaste al Señor como tu Salvador y Señor Él te hizo una nueva criatura, ¿a que es hermoso? ¿Recuerdas la historia de Nicodemo (Juan 3)? Él se acercó al maestro para hacerle unas preguntas.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3

¿Qué tenemos que hacer para ver el reino de Dios?

Eso es lo que necesitamos, necesitamos al Espíritu Santo en nuestras vidas.

El agua purifica y limpia, por eso Jesús se lo mencionó a Nicodemo. El alfarero también usa el agua para purificar la arcilla y también para suavizarla y para que sea más fácil de moldear.

Nuestro corazón muchas veces se ha endurecido por diferentes motivos, situaciones o cosas que suceden en nuestra vida y necesitamos de esa agua, del Espíritu Santo que ablande nuestro corazón para que el Señor nos pueda moldear.

En nuestra vida vamos a pasar por diferentes procesos de limpieza y purificación. Al conocer al Señor Él nos limpia del pecado pasado, pero como seguimos en este mundo necesitamos constantemente venir al Señor para que nos limpie de cosas que quedan en nuestra vida, cosas que están muy arraigadas en nosotros.

Es ahí donde empieza el trabajo del Espíritu Santo, debemos darle la oportunidad que haga la obra en nosotros.

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo... Tito 3:5

¿Fueron nuestras obras las que nos salvaron? ¿Qué nos salvó?

Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 1 Corintios 6:11

¿Cómo hemos sido justificados?

...Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra... Efesios 5:25b-26

¿De qué otra forma podemos ablandar nuestro corazón para seguir con ese proceso de limpieza y purificación?

Me da gusto que hayas preguntado, pues leyendo la Palabra de Dios, la Biblia. Recuerda que entre más estudiemos la Biblia, más hará la obra a la cual Dios la llamó. De esta forma conocemos cuál es el propósito de Dios para nuestras vidas, conocemos cuál es la forma correcta de actuar, cómo debemos andar. Además, el Espíritu Santo nos trae a la memoria versículos cuando los necesitamos. Si no leemos la Biblia, ¿qué versículos nos va a recordar?