Vasijas De Barro: Un Estudio Bíblico Sobre Las Pruebas Y Las DificultadesMuestra
Dios sabe lo que necesitamos
Qué bonito que todos seamos diferentes y que nuestros talentos, dones y ministerios se complementen. Pero, hemos llegado a la parte en que la vasija ha sido moldeada y ahora le toca secarse. Los utensilios de barro se meten al horno para que se "cocinen", pero antes de eso tienen que ponerlos a secar. No puede quedar ni una sola gota de agua en ellos, ni siquiera un poco de humedad, porque pudiera no aguantar el calor en el horno y terminar explotando (se escucha un poco dramático pero así es). Terminan quebrándose y todo el trabajo anterior habría sido para nada.
Había dos tipos de forma para secar las vasijas:
- Dejarlas secar al sol. El proceso duraba aproximadamente 72 horas.
- Ponerlas a secar dentro de una cueva. Este proceso era un poco más tardado pero muchas veces era preferible porque el secado era más parejo.
Vamos a reír un poco con esta comparación. Imagínate a un hermano en Cristo que le toca que lo pongan a secar al sol, lo llamaremos Sutanito. Nosotros como humanos somos quejumbrosos por naturaleza, así que me imagino a este hermano en el sol por horas cuando empieza a quejarse.
-¡Señor! -diría quizá- este sol ya me cansó, me estoy quemando mucho aquí y tengo mucho calor.
Y en eso voltea su cara y logra ver a otro hermano que se está secando dentro de una cueva. Sutanito indignado agrega a su queja.
-Mira al hermano Fulanito, que a gusto se la está pasando, dentro de la cueva, con sombra y con la brisa. Él de seguro no tiene calor.
Ahora vayamos a ver cómo está el hermano Fulanito. Tampoco está gozoso.
-Ya no aguanto -empezaría a decir-, este viento me está congelando. Ojalá pudiera estar allá afuera donde está el hermano Sutanito, mira qué rico ha de estar pasándola él. Calentito, ¿Qué no daría yo por estar en su lugar?
Quizá te reíste un poco conmigo, pero muchas veces somos así, vemos a las otras personas y nos comenzamos a comparar. Quisiéramos tener lo que ellos tienen o pensamos que ellos nunca pasan dificultades y cuestionamos por qué nosotros sí. Pero uno nunca va a saber lo que los otros viven a profundidad porque no estamos en sus zapatos. Dicen por ahí que no sabemos lo que pasa a puerta cerrada.
Volvemos a lo mismo, Dios nos hizo diferentes a cada uno de nosotros. No sólo físicamente, nuestras personalidades son diferentes y nuestros defectos son diferentes. Dios sabe qué situaciones nos van a ayudar a crecer y cuales no.
Y recuerda que necesitamos estar bien secos para no quebrarnos cuando pasemos al horno de fuego. Entonces, tenemos que confiar en el Alfarero. Él sabe lo que hace, nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Pero muchas veces tenemos dificultad de dejarle todo a él, por alguna razón queremos estar en control de todo, sin embargo, es mejor que le demos el control a Él.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Salmos 55:22
Sí, vivimos situaciones difíciles, pero a Dios no se le escapa. Descansa en Él y no te fijes en los demás, tú enfócate en Él y sigue caminando tomada de su mano. Lo demás tiene poca importancia.
...puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
Escrituras
Acerca de este Plan
Vasijas de Barro es un estudio bíblico que se enfoca en encontrar gozo en medio de las dificultades y de recalcar que Dios sabe lo que hace y lo que permite siendo el Alfarero de nuestras vidas. El estudio divide cada paso que el alfarero de los tiempos del Antiguo Testamento llevaban a cabo, desde recoger la arcilla hasta terminar una hermosa vasija de barro.
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Nos gustaría agradecer a Abby Hinojos-Carrera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://abbyhinojos.com