Maternidad Llena De GraciaMuestra

Consuelo Amoroso

Leer: Isaías 66:13

EOAO: Isaías 66:13

Como aquel a quien consuela a su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén recibiréis consuelo.

En el texto

Hay algo tan profundo y tierno en la forma en que una madre consuela a su hijo. El tacto suave, las palabras suaves y el abrazo que dice sin palabras: "Estoy aquí. Estás a salvo".

Como mamás, a menudo somos llamadas a ser las personas que consuelan. Ante rodillas raspadas y corazones magullados, en tormentas eléctricas o sueños aterradores, nuestros brazos, palabras y presencia se convierten en un lugar de refugio y paz.

Dios promete que nunca nos dejará ni nos abandonará (Deuteronomio 31:6). Él es el Dios de todo consuelo (2 Corintios 1:3-4). En Él encontramos la fuerza y la compasión para estar al lado de nuestros hijos y nuestras familias.

Aunque no se diga, el consuelo que das no pasa desapercibido. Esos momentos en los que abrazas a tu hijo, le secas las lágrimas o te sientas junto a su cama y le susurras oraciones reflejan el corazón de nuestro Padre Celestial. Le estás mostrando lo que significa ser amado, valorado y cuidado, no sólo por ti, sino por el Dios que nos consuela en todos nuestros problemas.

En esos momentos en los que te sientes inadecuado o abrumado, apóyate en el consuelo que Dios te ofrece. Del mismo modo que tú consuelas a tu hijo, Él te consuela a ti. Deja que Él te llene, para que puedas derramar ese mismo consuelo a tus hijos. No estás consolando con tus propias fuerzas; estás canalizando el mismo consuelo de Dios.

Oración

Querido Jesús, gracias por tu presencia consoladora en mi vida. Ayúdame a ser una fuente de consuelo para mis hijos, reflejando Tu amor y ternura. En momentos de angustia o miedo, ayúdame a ser su lugar seguro, como Tú eres el mío. Amén.

Pregunta

¿Cómo puedes ser un recipiente del consuelo de Dios para tus hijos hoy, mostrándoles Su amor a través de tus acciones y palabras?