Un Principio Del Reino: La HonraMuestra
HONRA A TUS PASTORES, AUTORIDADES, ¡A TODOS!
En realidad, si hiciéramos una lista de todas las personas a las que deberíamos brindar honra no terminaríamos, pues la Biblia es muy específica al decirnos que debemos honrar a todos.
En 1 Pedro 2:17-18 se nos da la indicación de honrar A TODOS. Después vemos que menciona una lista que dice: tus hermanos, Dios, gobernantes o reyes, y a tus jefes (amos), sin embargo, hay algo que debemos resaltar en ello y es que el versículo 18 menciona que la honra debe ser brindada sin importar la percepción u opinión que tengas de ellos.
No importa si consideras que tus hermanos, vecinos, amigos, maestros, compañeros, lideres, padres o jefes de trabajo son buenos, afables o difíciles e insoportables.
Y es que nuestros pensamientos no deben ser como piensa el mundo. El mundo dice que el respeto se gana, pero la Biblia no nos enseña eso.
Brindar honra no resulta difícil si se trata de alguien que es amable y bueno, pero ¿qué sucede con los que no simpatizamos mucho?
Dios nos manda a honrar y amar a todos. Cuando nos da el mandato no lo establece con una condición. Si nos comportamos igual a todos los demás, ¿cómo podremos decir que somos luz y sal o que hacemos algo extraordinario? ¿No hace esto la cultura del mundo? ¿Cómo podremos decir que pertenecemos al Reino de Dios?
Cuando Jesús dice que aquel que no nace de nuevo no puede ver ni entrar a su Reino, debemos recordar que nacer de nuevo también implica una renovación de nuestros pensamientos.
Tenemos la mente de Cristo.
Ya no pensamos como lo hacíamos antes y ya no vivimos como vivíamos antes, sino que nuestra vida está regida por los principios del Reino y la honra es uno de ellos.
Los creyentes debemos buscar hacer el bien a los demás y estar dispuestos a sacrificar las preferencias personales para beneficio del cuerpo de Cristo.
La honra también implica someterse unos a otros, el cual debería ser el comportamiento habitual de todos los cristianos. Esto no debería evitarse ni generar algún tipo de resentimiento sino ponerse en práctica como para el SEÑOR.
Hay personas que creen que pueden ser siervos sin vivir una vida de honra.
El siervo es puesto bajo una autoridad, pero lo curioso es que aún muchos creen que pueden ser siervos y “servir” cuando aún no han aprendido a someterse ni quieren hacerlo.
Un siervo ha aprendido a reconocer la autoridad y someterse.
Un siervo ha aprendido a obedecer a Dios por lo que no tiene problema al someterse a los demás y brindar honra, un siervo conoce quién es y sabe que honrar y someterse a alguien más no le quita dignidad ni valor.
Un siervo de Dios honra, no tiene un alto concepto de sí mismo, sino que es humilde considerando como superiores a los demás (Filipenses 2:3-4).
Un siervo de Dios honra porque sabe que es un mandato que viene desde el corazón de Dios y que toda autoridad ha sido puesta por Dios sean gobernantes, pastores, líderes, padres, etc.
Alguien que honra no murmura, no habla mal de ellos, no los señala ni los exhibe, sino que los cuida, los protege, los considera, los respeta con un corazón sincero e íntegro, sin hipocresía. Ora por ellos, los bendice, los obedece, les sirve y ¡AMA!
ORACIÓN:
Padre celestial, gracias porque a lo largo de estos días me has hablado y has traído un despertar por medio de tu Espíritu Santo quien me ha estado escudriñando y me ha dado convicción de pecado. Escudríñame, limpia mi corazón. Ayúdame a vivir cada día siendo un embajador de tu Reino por el poder de tu Espíritu Santo en mí, que a través de mi vida pueda dar testimonio de que te conozco y de que soy un discípulo tuyo, dando fruto que traiga gloria a tu Nombre. Padre ayúdame a glorificarte con mi vida en todo lo que diga y haga. Que en todo pueda honrarte no solo de labios sino con un corazón sincero.
En el nombre de Jesucristo, amén.
Si deseas crecer en tu relación con el Señor recibiendo un correo semanal o diario con una Palabra de parte de Dios, escribe la palabra diario o semanal al correo: saetas.vivas@gmail.com
¡DIOS TE BENDIGA! :)
Acerca de este Plan
¿Hemos reconocido la deshonra como pecado o lo hemos minimizado de tal forma que no lo consideramos pecado? ¿La deshonra se ha vuelto tan común que ha pasado desapercibida? ¿Cómo es vista la deshonra en lo cotidiano? En medio de una generación que ha olvidado el mandato de la honra que caracteriza el vivir del Reino, es necesario un despertar. Dios quiere traer un despertar a la honra.
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Nos gustaría agradecer a Fátima Meza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/soyfatimaa