¡Clama! Y Sigue a CristoMuestra

Clama hasta que te parezcas a Jesús.

Cuando te encuentras con un niño pequeño y empiezas a hacer ciertos movimientos al jugar con él, lo más probable es que él empiece a imitar lo que tú hagas, a esto se le llama reflejo de espejo. Aun cuando no le dices que lo haga, el pequeño empezará a imitar tus movimientos.

Todos ejercemos influencia en el circulo que nos rodea. La gente ve lo que haces, sobre todo aquellas personas que no han decidido seguir a Jesús. En la historia de Bartimeo vemos que hubo testigos, que después de presenciar este encuentro con Jesús empezaron a glorificar a Dios y decidieron seguirlo.

Si, Bartimeo recibió su milagro después de su clamor, pero no se quedó ahí, no siguió dónde estaba, tomó la decisión de seguir a Jesús y glorificarlo. Después de clamar, cuando Dios te responda, no olvides de quien es la gloria, y guía a otros a dar esa gloria a quien la merece, nuestro Cristo.

La manera en la que vivimos impacta a otros, cómo reaccionamos, cómo respondemos. La relación que tenemos con Jesús hará una diferencia entre los que nos ven.

Debemos vivir de tal manera que cuando otros nos vean quieran glorificar y seguir a Jesús. Lo maravilloso es que por eso debemos clamar, clamar desesperadamente al igual que Bartimeo. Mientras más estrecha e íntima sea nuestra relación con Cristo más nos pareceremos a Él.

Clama con desesperación, como Bartimeo. Que tu vida inspire a otros a seguir a Cristo y a glorificarlo.

PD: Agradecemos a Eunice Sanchez por este plan de lectura. Estamos seguros de que estás con gran entusiasmo por desarrollar tu fe en Jesús así que si quieres conocer más de Él, accede aquí: https://rimiinternacional.com