Haz una ReverenciaMuestra

Escrito por Gabi, 21 años, Hull, IA, EE. UU.

¿Cuál es tu más grande debilidad? En la segunda carta que Pablo les escribió a los corintios, les compartió el mensaje de Dios como respuesta a su debilidad. Gracias a este mensaje de Dios, Pablo abrazó la debilidad y el dolor en su vida. Este modelo puede parecer difícil de seguir. ¿Por qué habrías de enorgullecerte de tu debilidad en un mundo al que solo le importan tus fortalezas? Como seguidores de Cristo, cuando reconocemos que nuestras debilidades nos acercan a depender más de Jesús, su fuerza se hace más presente en nuestra vida. Esto cambia nuestro enfoque de pensar que podemos avanzar por la vida sin ayuda y dependiendo de nuestras propias fuerzas, a depender de Dios y permitir que su poder trabaje a través de nuestras vulnerabilidades. Al igual que Pablo, cuando entendemos lo indefensos que estamos sin Dios, recibimos una dosis de humildad. Jesús nos promete que su gracia, misericordia y bondad son más que suficientes para nosotros. Fuimos creados para necesitar a Dios, y él desea que lo invitemos a las partes más difíciles de nuestra vida.

Tómate un momento para llevar todo tu ser delante de Dios. Recibe a Jesús en las áreas más débiles de tu vida y pídele que te dé de su constante y abundante gracia. Él te ama y quiere que confíes en él en toda circunstancia.