Haz una ReverenciaMuestra

El apóstol Pablo pudo haber sido arrogante y sentirse confiado por sus logros. Después de todo, ¡logró grandes cosas! Ayudó a lanzar la iglesia primitiva, compartió el mensaje de Jesús y animó a muchísimas personas a seguir a Jesús. Si alguien tenía motivos para elevarse a sí mismo, ¡era él! Pero en cambio, Pablo solo se jactaba de seguir a Jesús. Su confianza provenía de compartir el mensaje de Jesús con el mundo, y lo hacía con humildad. En lugar de centrarse en sí mismo, Pablo centraba todo en Jesús. ¿Y lo demás? Bueno, ¡lo demás no importaba! Para él, conocer a Jesús y hacerlo conocido era el propósito más importante. ¡Y lo mismo puede ser verdad en nuestra vida! En todo lo que hagamos, nuestro propósito debe ser compartir el amor de Jesús con quienes nos rodean. Cuando hablamos de él, elegimos el camino de la confianza y la humildad.

Hoy, habla con tu grupo pequeño sobre qué significa para ti centrar tu vida en Jesús. Si no estás seguro o no has dado ese paso en tu fe, busca a un adulto en quien confíes (como tu líder de grupo pequeño) para que te explique más sobre lo que esto significa para tu vida.