Los Dones Del Cuerpo De CristoMuestra

Sirviendo como un canal limpio

Todos los creyentes son uno en términos de posición, según 1 Corintios 12:13 que dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”.

Aunque somos uno en posición, y uno en términos del ministerio del Espíritu Santo y salvación, no somos uno en términos de nuestras actividades y nuestras acciones.

Los dones pueden ser utilizados bajo la energía del Espíritu Santo o bajo la energía de la carne. Podemos usarlos bajo el ejercicio de la piedad, el amor, la fidelidad y la madurez; o podemos usarlos desde la carnalidad, el egoísmo, el espíritu divisivo, la pereza espiritual. Con qué energía estemos usando los dones, determinará si lo estamos usando para edificación del cuerpo de Cristo o para su perjuicio; si estamos aportando a la salud del cuerpo de Cristo o a su enfermedad. Bajo la energía de la carne obramos para que el cuerpo se enferme, su crecimiento y madurez se obstaculice y su testimonio se resienta.

Los dones no son una señal o garantía de espiritualidad

Todos los creyentes poseen dones, inclusive los carnales (ver ejemplo de iglesia de Corinto). Y el don puede ser falsificado u operado en la energía de la carne. Tener un don en particular no es garantía en absoluto de que seas espiritual. Los dones, inclusive, pueden ser utilizados de manera incorrecta.

Como lo expresa John MacArthur: Todo don espiritual es un vehículo dado por el Espíritu mediante el cual el Espíritu puede ministrar. La única pregunta es si el canal está libre, limpio o si está atascado.

Podemos tener el don dado por el Espíritu Santo y no estar haciendo nada con él, o usarlo inadecuadamente. En este sentido, es útil recibir la exhortación dada por el apóstol Pablo a su discípulo Timoteo (1 Timoteo 4:14): “No descuides el don que hay en ti”.

Verdades centrales:

• Los dones no son capacidades naturales, y no operan bien bajo la energía de la carne. Necesitan ser operados en la energía del Espíritu. Recordemos que el Espíritu Santo se expresa a sí mismo a través de las facultades del hombre. Él usa el conocimiento del nombre, pero opera de una manera sobrenatural, de manera independiente de la capacidad del hombre.
• Los dones espirituales no son impartidos para mejorar un talento o una habilidad natural; de igual manera, los talentos naturales no son una manifestación espiritual.
• 1 Pedro 4:11 es un buen ejemplo de la necesidad de usar los dones en la energía del Espíritu Santo para que sea de edificación: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da”.
• El hecho de que uno tenga el don no necesariamente significa que ministra ese don en el Espíritu Santo. Se requiere, entonces, usar el don bajo la sujeción del Espíritu Santo para que sea de provecho para el cuerpo de Cristo.
• Los dones no siempre necesariamente se dan en conexión con su supuesta capacidad o falta de capacidad. Y usted puede ministrar su don en la carne o usted puede ministrarlo en el Espíritu.
• Ser llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:18) es una necesidad para el uso de los dones para edificación. Cuando estamos llenos del Espíritu Santo, lo que hacemos, lo ejercemos en el poder del Espíritu Santo, en su energía divina. La garantía de que estamos funcionando en los dones de Dios, es ser llenos del Espíritu Santo.
• El creyente que ha recibido un don pudiera ser negligente con su don, como muestra 1 de Timoteo 4:14 “No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio”.
• Los dones no se nos dan como un premio a nuestra espiritualidad.