Los Dones Del Cuerpo De CristoMuestra

La Biblia usa diferentes metáforas para describir a la Iglesia. La describe usando la analogía de un edificio (edificio de Dios), un rebaño, una familia, un cuerpo humano (el cuerpo de Cristo).

Una de las metáforas que vemos con más frecuencia en relación con la Iglesia es la metáfora del cuerpo humano. Un cuerpo que posee muchos órganos diferentes, con diferentes funciones, pero unidos entre sí, y que trabajan en forma interdependiente y complementaria. La Iglesia (el cuerpo de Cristo) funciona en forma análoga al cuerpo humano (1 Corintios 12:4-8).

Pero para que el cuerpo cumpla con sus propósitos debe permanecer en unidad. Por eso a los miembros del cuerpo de Cristo, se les exhorta en la Palabra de Dios a procurar la unidad, a trabajar por ella.”Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:3). Ahora, la unidad nos es automática, hay que trabajarla y, a veces, no es fácil lograrla. Requiere intencionalidad, esfuerzo y madurez para lograr la unidad. Requiere funcionar con interdependencia y complementariedad.

El cuerpo funciona con interdependencia

De modo que hay un solo cuerpo (la Iglesia) con muchos miembros. Cada miembro del cuerpo es único y diferente en su propósito, pero depende de los demás. El ojo es diferente del oído, pero cada uno reconoce su necesidad del otro. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros (1 Corintios 12:21). La interdependencia reconoce la singularidad de cada individuo y sus rasgos, dones y habilidades; sin embargo, necesita la colaboración mutua, la cooperación y la confianza en los demás.

La complementariedad se da en medio de la diversidad.

La diversidad es una fuente de fortaleza para la unidad del cuerpo de Cristo. La diversidad posibilita la complementariedad. Es la diversidad la que permite la amplia gama de dones y talentos necesarios para edificar el cuerpo de Cristo. El apóstol Pedro (1 Pedro 4:10) lo expresaba claramente: “Dios ha concedido a cada uno de ustedes distintas habilidades características. ¡Empléenlas en ayudarse mutuamente!”. La unidad entraña complementariedad.

Se requiere, pues, que el cuerpo funcione en interdependencia y complementariedad, cada quien usando su don para proporcionar una salud orgánica a todo el cuerpo, que está bajo su cabeza, quien es el Señor Jesucristo.

Para que la Iglesia realmente crezca saludablemente y tenga un testimonio unificado, cada miembro debe cumplir con su función dentro del cuerpo, de acuerdo al don recibido (1 Pedro 4:10).

Verdades centrales:

• La Iglesia funciona como un cuerpo.
• La Iglesia es un cuerpo formado por muchas partes diferentes que se complementan.
• El cuerpo tiene muchas partes, pero es uno. Esas partes tienen muchas funciones, pero juntas sirven a un mismo propósito.
• La Iglesia está formada por miembros dotados por Dios y unidos por Cristo.
• Los dones de Dios son parte del diseño de Dios para cada creyente y para la Iglesia. 1 Corintios 12:18
• Nadie tiene todos los dones espirituales. Esa es una forma de Dios para garantizar la interdependencia. Nos necesitamos unos a otros, para ser edificados en aquel aspecto del que carecemos.