Regocíjate- Celebrando El Tiempo De AdvientoMuestra
Protección ante los enemigos
Leer: Lucas 1:68-75; Zacarías 3:1-4; Hebreos 2:14-18
EOAO: Lucas 1:74
"que, librados de nuestros enemigos,
le serviríamos sin temor”.
En el Texto
Zacarías era un judío fiel que creía en todas las promesas del pacto hechas por Dios en el Antiguo Testamento. Sabía que el Mesías vendría a rescatar a su pueblo de sus enemigos. Lo que aún no comprendía era que la redención que Jesús traería en su primera venida no era de los romanos ni de ningún otro gobierno humano. Venía a liberar a su pueblo de sus verdaderos enemigos: Satanás, el pecado y la muerte.
Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto, mostrándole todos los reinos del mundo y proclamando que él era su dueño, Jesús no le contradijo. Pablo habla del diablo como el "dios de este siglo" (2 Corintios 4:4). Todos hemos sentido algo del dominio maligno del diablo en nuestras propias vidas, familias y sociedades. Incluso cuando la gente quiere ser honesta, cariñosa, atenta y capaz de liberarse del poder de las tinieblas, no puede. Nosotros no podemos debido a nuestra naturaleza pecaminosa y a la influencia del enemigo. Necesitamos un Salvador, un Redentor.
¿Cómo nos redimió Jesús del poder de Satanás? Vino a ocuparse de nuestro pecado. Al llevarlo a la cruz, Jesús lo ha eliminado para siempre. Al no poder acusarnos, Satanás ha perdido ahora su poder sobre los que acuden a Jesús en busca de refugio. Estamos a salvo y seguros en los brazos de Cristo cuando ponemos nuestra fe en Él. Dios "nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino del Hijo que ama, en quien tenemos redención, por el perdón de los pecados" (Colosenses 1:13-14).
Jesús no sólo perdona a los que confían en Él, sino que nos cambia a nosotros, dándonos el poder de vivir una vida justa. Nosotros mismos no podemos romper las cadenas de nuestro egoísmo, malas actitudes o comportamiento destructivo, pero Jesús sí puede. Él es lo suficientemente fuerte como para liberarnos de todo lo que aún nos mantiene atados. Cuando acudimos a Él con fe y le pedimos perdón y liberación del pecado, Él nos responderá. Él quiere llenarnos de Su amor para que podamos vivir completamente rendidos a Su voluntad y camino, así como vivir desinteresadamente por otras personas. Nuestro enemigo tiembla cuando oramos así.
Como canta Zacarías, Jesús ha venido a redimirnos para que podamos servir a Dios en santidad.
Oración
Señor Jesús, gracias por ocuparte de mi pecado llevándolo a la cruz. Gracias por perdonarme, por librarme y por continuar tu obra de santificación en mí. Amén.
Acerca de este Plan
¿Te has preguntado alguna vez por qué nos alegramos y entonamos tantos cánticos durante el Adviento? Todos sabemos por qué cantamos en Navidad. ¡Dios mismo se nos ha acercado! Dejando el cielo, vino a nuestro mundo perdido por amor a nosotros. Los primeros cantos sobre el nacimiento de nuestro Salvador se recogen en el Evangelio de Lucas y fueron entonados por judíos del siglo I: María, Zacarías, Simeón; así como un impresionante coro angélico, cuyo sonido debió de ser de otro mundo.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://spanish.lovegodgreatly.com