La Promesa del CieloMuestra

Cerca y lejos

Vivo en una nación donde las iglesias aparecen casi en cualquier lugar. Esto muestra cómo Jesús puede estar muy cerca mientras que nuestros corazones permanecen lejos de Él (Mateo 15:8). En esencia, esto representa a uno de los hombres crucificados junto a Jesús, quien le habló primero y dijo: ". . .¿No eres tú el Mesías? ¿Sálvate a ti mismo y a nosotros!" (Lucas 23:39; NVI). ¿Qué podemos aprender de sus palabras?

Por un lado, es evidente que este hombre quería escapar del dolor de su ejecución junto con su muerte inminente, y quién podría culparlo. Su vida se estaba apagando y las distracciones como el trabajo, el placer, el entretenimiento y las actividades religiosas ya no le evitaban pensar en lo inevitable. Lamentablemente, en su desesperación, se acercó a Jesús a través de la lente de "esta vida únicamente." Como un atleta buscando una ventaja competitiva, una persona buscando empleo o un grito desesperado por sanidad, este hombre veía a Jesús como alguien que lo ayudara en el "aquí y ahora". Después de todo, ¿no era Jesús conocido por hacer una abundancia de milagros (Juan 20:31 y 21:25)?

Ten la certeza de que Dios está al tanto de cada detalle en tu vida y en la mía (Salmo 139:1-3). Él también desea estar al lado de aquellos creados a Su imagen. Está disponible y dispuesto a brindar consuelo, guía, apoyo y fortaleza, momento a momento, pero no termina ahí. Existe una perspectiva mucho más grande. Una permanente. Una perspectiva de gran beneficio en esta vida y en la que vendrá. Como escribió el apóstol Pablo: "Si nuestra esperanza en Cristo fuera solo para esta vida, seríamos los más dignos de lástima de todos los hombres" (1 Corintios 15:19; NVI). En consecuencia, este hombre no entendió la perspectiva eterna más amplia. Estaba muy cerca de Jesús, pero lo perdió, junto con el perdón y la vida eterna que podrían haber sido suyo.

Aunque es trágico que un hombre respondiera con una exigencia, el otro criminal tuvo una respuesta diferente. A medida que pasaba el tiempo, este hombre comenzó a darse cuenta de que había esperanza. Una conciencia que surgió al empezar a reconocer el amor de Jesús. Un reconocimiento que pudo haber ocurrido cuando escuchó a Jesús orar.