La Promesa del CieloMuestra

Una oración de amor

Jesús habló siete veces desde la cruz. Dos de sus declaraciones están registradas por Lucas. La primera fue una oración: ". . .Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34, NVI).

¡Imagina ser testigo de este evento! Además de presenciar la brutalidad gráfica de la crucifixión, podrías escuchar las burlas humillantes de aquellos que se reunieron para ver. Voces hostiles ridiculizando a Jesús durante sus momentos más oscuros, tanto física, espiritual como emocionalmente. Luego, imagina escuchar a Jesús pedirle a su Padre que conceda perdón a la gente, especialmente si tú también estuvieras atravesando el mismo tipo de agonía.

¿Por quién estaba orando ese día? ¿Estaba orando por los soldados romanos que sostenían los martillos manchados de sangre con los que habían clavado las manos y pies de Jesús? Hombres que jugarían a los dados cerca de la cruz, esperando ganar una parte de la ropa sobrante de Jesús (Marcos 15:24). O, ¿estaba orando por los líderes religiosos, aquellos que lo llevaron ante Poncio Pilato, el gobernador romano, para ser sentenciado a muerte (Marcos 15:1-5)? O, ¿su oración fue por los dos criminales que eran ejecutados con él, ambos de los cuales insultaron a Jesús mientras sangraba y moría en la cruz (Marcos 15:32)? Es posible que su oración pudiera aplicarse a todos, así como a ti y a mí.

Aunque tú y yo no estuvimos presentes en esta ejecución injusta, debido a nuestra rebelión contra Dios, también necesitamos el perdón que viene a través de Cristo. Un dato fascinante es que esta oración de amor, junto con el episodio de las tres cruces, fue predicha cientos de años antes de que ocurrieran (Isaías 53:12).

En cuanto a esta oración de amor, es importante reconocer que la oración de Jesús no hace el perdón automático; simplemente lo hace disponible. Por lo tanto, los presentes en la crucifixión, junto con cada persona que haya vivido, pueden ser perdonados a través de Jesús. Así, la oración de Jesús pudo haber sido la chispa inicial que dio esperanza al criminal que, sin duda, se sentía desesperanzado. Él pudo haber concluido que, si Jesús está dispuesto a perdonar a los responsables de su sufrimiento y muerte, entonces tal vez él también podría ser receptor de este inmenso amor y gracia. Y, debido a esta oración, junto con la muerte de Cristo en la cruz, otros que han perdido la esperanza con Dios pueden ver su esperanza restaurada.