Menos De Mí Y Más De Ti: La Grandeza De Juan El BautistaMuestra
Un líder que reconoció al verdadero protagonista (Juan 1:27)
A pesar de su gran influencia y del respeto que le tenían sus seguidores, Juan el Bautista siempre fue claro en reconocer que el verdadero protagonista de su historia era Jesús. Con humildad, declaró: “Después de mí viene uno que es más poderoso que yo, y a quien no soy digno de desatar la correa de su calzado” (Juan 1:27). Este es un poderoso ejemplo de un líder que comprende su lugar en el plan de Dios.
Como servidores de Cristo, debemos recordar constantemente que no se trata de nosotros. Nuestro llamado es siempre señalar hacia Jesús, no hacia nosotros mismos. La humildad es esencial para servir y liderar bien porque nos mantiene con la perspectiva correcta y nos ayuda a enfocarnos en lo que realmente importa: que Cristo sea conocido y exaltado. No estamos aquí para buscar reconocimiento, sino para ser reflejo de la gloria de Dios.
De hecho, es el mismo Jesús quien nos ofrece el supremo ejemplo de humildad. Tanto es así, que en Filipenses 2:5-7, Pablo nos dice: “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo...”. Este es el modelo perfecto para nosotros: servir, no buscando reconocimiento, sino reflejando la humildad de Cristo.
Preguntas de reflexión
- ¿Qué tanta disposición tienes en realidad para ceder el protagonismo y permitir que Cristo sea el único exaltado a través de tu servicio?
- ¿Cuáles actitudes o comportamientos necesitas ajustar para vivir una humildad genuina?
- ¿Existen áreas en tu vida o ministerio donde, consciente o inconscientemente, podrías estar buscando un poco de gloria para tu propia persona, en lugar de buscar solo la gloria de Dios?
- ¿Cuáles pasos concretos podrías tomar para asegurarte de que Cristo siempre sea el centro de tu servicio o tu liderazgo?
Oración
Señor, te pido que me des un corazón humilde como el de Juan el Bautista, que siempre reconoció que todo se trata de ti. Quiero despojarme de mi mismo para servirte, como hizo Jesús. Ayúdame a ceder el protagonismo y a vivir para exaltar tu nombre, no el mío. Que mis acciones y palabras siempre señalen hacia Cristo, y que tu gloria sea el centro de mi servicio y liderazgo. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Juan el Bautista, una figura clave en la Biblia, no solo fue un profeta poderoso, sino también un gran líder con una misión muy clara: preparar el camino para Jesús. Su vida está llena de enseñanzas sobre lo que significa liderar sirviendo… con humildad y sin buscar la gloria personal. ¡Descubre la grandeza de Juan el Bautista!
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Nos gustaría agradecer a Development Associates International por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://daintl.org/es/