Cuando Todo Parece PerdidoMuestra
Somos semillas.
Como te conté ayer, para que una semilla dé fruto, primero debe morir y romperse. Solo así permitirá que, a través de sus grietas, nazca algo nuevo, algo que dará fruto para alimentar a muchos.
Hoy quisiera preguntarte: ¿A qué crees que tienes que morir? O mejor aún, ¿qué necesitas dejar que muera en ti para poder florecer? Me explico: ¿Qué es eso que Jesús ha estado pidiéndote una y otra vez que le entregues? Tal vez sea tu confianza, un trabajo que te quita tiempo para dedicarle a Dios, o una relación que no te lleva a nada bueno. Tal vez sea un porcentaje de tu dinero o sueños que se convirtieron en tu centro antes que Jesús. No lo sé. Solo tú y Jesús lo saben.
Cuando estamos pasando por momentos difíciles, es fácil sentir que ya hemos perdido suficiente y hasta podemos enojarnos con Dios. Nos preguntamos: “¿De verdad quieres que entregue más? ¿Qué más me pides, Señor?” Esa lucha es normal y totalmente válida.
La historia de Job es un buen ejemplo de fe en medio del dolor. Job era un hombre que lo hacía todo bien; de hecho, Dios estaba tan orgulloso de él que lo presumió frente al diablo, diciendo que no había nadie como él en toda la tierra. ¡Eso es un gran nivel de orgullo hacia alguien!
Pero luego, las cosas se complican. Dios permite que Job pierda todo lo que tiene, incluso a sus hijos. ¡Imagínate el dolor! Pero aquí viene lo impresionante: Job responde de una manera que nos deja pensando. En Job 1:21, dice: “Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡Bendigo a Dios cuando da y cuando quita!”.
Eso significa que, a pesar de todo el sufrimiento, Job se da cuenta de que todo lo que tiene es un regalo de Dios y está dispuesto a aceptar tanto los buenos como los malos momentos. Es una muestra de fe increíble, porque no se trata solo de lo que recibimos, sino de confiar en Dios en todas las situaciones entendiendo que solo Él nos da todo lo que tenemos.
Así que, la lección aquí es que, aunque sea difícil, podemos encontrar paz en nuestra fe, incluso cuando la vida se pone dura. A veces, lo más complicado es aprender a bendecir y confiar en Dios, sin importar lo que pase.
¿A qué estás dispuesto a morir, para que tu corazón diga “bendigo a Dios cuando da, bendigo a Dios cuando quita”?
Quiero invitarte a que ores conmigo:
“Jesús, hoy te pido que me des sabiduría para entender qué cosas estoy haciendo, pensando o permitiendo que te quitan del trono de mi corazón. Muéstrame en qué áreas de mi vida no eres quien me guía. Por favor, haz de mí una semilla que florezca; rompe lo que tengas que romper y hazme de nuevo si es necesario. No permitas que mis decisiones conviertan estar sembrado en estar enterrado. Ayúdame a tomar las decisiones que debo tomar y a seguir creyendo que tú harás lo necesario para que esta semilla crezca. Amén".
Escrituras
Acerca de este Plan
Un devocional que te ayuda a ver las dificultades como algo que puede hacerte más fuerte en tu fe, así como una semilla que tiene que "morir" para poder crecer y dar frutos, aprenderemos cómo los momentos difíciles no son el final, sino el comienzo de algo nuevo a través de historias de personas como Job y José, entendiendo que la fe es clave cuando todo parece ir mal.
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Nos gustaría agradecer a Day Amaya por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/dayanaamayao/