Salmo 86:11 El Deseo De Andar en La Voluntad De DiosMuestra
Guíame
¿Por qué es tan necesaria esta actitud y oración de pedir ser guiado y enseñado por Dios?
Porque solamente los caminos de Dios son perfectos, justos y rectos. Entre los caminos de Dios y los caminos del hombre existe un profundo abismo. La Biblia deja bien claro el peligro de excluir a Dios en nuestro caminar: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).
"Enséñame, oh Señor, tu camino", debería ser una oración permanente en nuestras vidas. Esa es la solución para un corazón errante, dividido, fluctuante. Y el Señor ha prometido instruir a sus hijos. Dice el Salmo 32:8: "…te enseñaré el camino en que debes andar".Y nuestra respuesta debería ser: "caminaré yo en tu verdad".
David tenía una gran necesidad de ser enseñado. Esto le llevó a decir: “no me des mi camino, Jehová; enséñame tu camino… muéstrametus sendas”.
La respuesta del creyente a la propuesta de Dios en el Salmo 32:8: "…te enseñaré el camino en que debes andar", es "caminaré yo en tu verdad", tal como David.
Esta determinación le dio integridad y convicción a la petición de David. Él quería ser enseñado así para poder vivir conforme a la voluntad de Dios; para que él pudiera caminar en la verdad de Dios. Esto no era meramente para satisfacer una curiosidad intelectual, o alinearse a un fundamento religioso, o para ganar argumentos; era para poder vivir conforme a los propósitos de Dios.
La palabra “caminar” se traduce al castellano de la palabra hebreo halak. El término no solo significa poner un pie delante del otro. Implica acompañamiento, seguir constantemente, tener acceso, patrullaje y viaje.
Cuando caminamos en la verdad de Dios, estamos acompañándolo. Pero no estamos solamente caminando a su lado: estamos siguiéndolo constantemente en alineación. Tenemos acceso a Él, de modo que no caminamos solos; y tampoco deambulamos inconscientemente y sin rumbo. Estamos patrullando, atentos y cautelosos de lo que está al acecho. No caminamos sin rumbo fijo, sino que viajamos intencionalmente por la vida, guiados por Dios y su verdad.
Escrituras
Acerca de este Plan
El salmista David desea con profundo anhelo y convicción ser fiel a Dios; pero sabe que todos sus esfuerzos serán en vano, y no se traducirán en verdadera piedad y santidad, sino es enseñado y guiado por Dios conforme a su voluntad. Sólo podrá agradarle a Dios si Él le ilumina su entendimiento y le guía. De allí su énfasis en su oración: Enséñame. Ese es el gemido de un corazón suplicante que desea hacer la voluntad de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/