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Salmo 86:11 El Deseo De Andar en La Voluntad De DiosMuestra

Salmo 86:11 El Deseo De Andar en La Voluntad De Dios

DÍA 4 DE 4

Afírmame

Afirma mi corazón para que tema tu nombre (Salmo 86:11).

La otra gran declaración de David en este salmo es: afirma mi corazón para que no flaquee, o me distraiga, o me desenfoque. Por el contrario, para que se afiance en mí el temor de Dios.

David sabía que él únicamente podría caminar en la verdad de Dios con un corazón afirmado. Un corazón dividido – dividido entre diferentes lealtades y diferentes deidades – jamás podrá caminar en la verdad de Dios.

“Nuestras mentes son aptas en estar divididas en una variedad de objetos, como corrientes de agua las cuales se desperdicia su fuerza en cientos de arroyos; nuestro gran deseo debiera de ser el tener todos nuestros ríos de vida derramados en un solo canal y tener dicho canal dirigido únicamente hacia el Señor” (Spurgeon).

Afirma mi corazón. “Afirma todos los propósitos, resoluciones, y afectos de mi corazón en unidad, para temer y glorificar tu nombre”. Esta es la oración más importante.

“Un corazón dividido es una gran maldición; afecto disperso es una plaga miserable. Cuando el corazón no está afirmado consigo mismo, la obra de la Dios no puede continuar ni perfeccionarse. La falta de decisión en la mente y la división de los afectos echan a perder cualquier obra. El corazón debe ser uno. Si esto es lo que está faltante, todo está mal. Esta es una oración la cual se convierte en la boca de todo cristiano” (Clarke).

La verdadera integridad viene de afirmar el corazón en Dios, para hacerlo uno – unificado e integrado, no dividido. La mejor acepción de la palabra integridad es ser una totalidad integrada, ser completo – no dividido. Una persona que camina en integridad tiene la capacidad de vivir enfocado (no disperso), con el esfuerzo concentrado, con un sistema de prioridades claramente jerarquizadas en importancia. Eso evita la doblez de corazón, y la falta de consistencia y congruencia personal. Lo contrario, es el hombre de doble ánimo que es inconstante en todos sus caminos (Santiago 1:8).

Una persona que no logra andar en integridad termina por ser una persona disfuncional: dividida, no completa, ni plena; que no logra que todo lo que es, ande en forma armónica y equilibrada, vale decir, que los que es (cuerpo, alma y espíritu - pensamiento, emoción y voluntad) y lo que hace - roles (padre, hijo, trabajador, miembro de una comunidad, cónyuge, etc.) funcionen en armonía, como una totalidad en balance.

Esta intención de caminar en integridad requiere, por un lado, (a) asistencia divina: que Dios afirme nuestro corazón en integridad; pero, por el otro lado, requiere (b) disposición para andar en integridad, tal como David: "Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa" (Salmo 101:2).

Día 3

Acerca de este Plan

Salmo 86:11 El Deseo De Andar en La Voluntad De Dios

El salmista David desea con profundo anhelo y convicción ser fiel a Dios; pero sabe que todos sus esfuerzos serán en vano, y no se traducirán en verdadera piedad y santidad, sino es enseñado y guiado por Dios conforme a su voluntad. Sólo podrá agradarle a Dios si Él le ilumina su entendimiento y le guía. De allí su énfasis en su oración: Enséñame. Ese es el gemido de un corazón suplicante que desea hacer la voluntad de Dios.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/