Regresa a tu primer amorMuestra

El primer amor.

Febrero es, por excelencia, el mes del amor. Cierto que lo matizamos con la amistad, pero en general el tema dominante es el amor. Ya sabes, aquello de que el amor anda en el aire. Lo vemos en el comercio, en las películas y en el sinfín de corazones rojos y flores en el ambiente.

Sea que estés enamorado o no, el mes de febrero no suele dejar a nadie indiferente. Y en el caso nuestro, como creyentes, debemos entender que Dios también se toma muy en serio el tema del amor.

Resulta revelador que muchas veces, estamos tan inmersos en nuestras actividades –aún dentro de la iglesia- y ese mismo activismo hace que nos desviemos de lo realmente importante: nuestro primer amor. Todo muy bien, muy afanosos trabajando por el Reino, pero hemos olvidado amar a nuestro Rey. Y Él lo nota y nos lo hace ver, así como lo hizo con la iglesia de Éfeso en la carta dedicada a ellos en Apocalipsis 2:1-7.

Es como el esposo que se afana trabajando por llevar el sustento a su hogar, que todo esté bien, la casa bonita, los hijos en una buena escuela y la esposa con lo necesario para desarrollarse también como mujer, madre y profesional, pero nunca está allí en casa para ser el esposo y padre que su familia necesita.

Quizá sea bueno recordar algunas de las bondades de detenernos, examinarnos a la luz de la Palabra de Dios y retomar la senda que nos lleve de vuelta al primer amor. Y de ello vamos a estar reflexionando en esta serie de devocionales.

Oración:

Señor, te agradezco Tu amor infinito y sublime, que sin merecer me lo has dado. Reconozco que me he alejado de él y de ti por estar inmerso en muchas actividades que, aunque son buenas, no son las correctas. Acércame nuevamente a ti y te pido que, por favor, no me sueltes, porque te necesito mucho. En el nombre de Jesús, amén.