Regresa a tu primer amorMuestra

Amor que da refugio

Los estudios serios sobre la importancia de la figura paterna son contundentes en cuanto a lo necesario de tener a un hombre en este rol dentro de la vida familiar.

Parte de sus beneficios para los hijos pasan por formación y desarrollo de la autonomía e independencia, una adecuada autoestima, la adquisición de valores sociales, mayores desarrollos cognitivos y académicos y, a nivel de sociedad, contribuye a combatir los índices de pobreza, delincuencia y hasta embarazo adolescente. La parábola del hijo perdido, que Jesús no refirió en Lucas 15, nos enseña muy bien el peso que tiene la figura paterna en la vida de un hijo y su impacto en la sociedad.

El amor de Dios nos ofrece todo eso y más. Él se convierte en un refugio en medio de las tormentas de la vida. Podemos tropezar, podemos caminar de forma necia y orgullosa en otra dirección, podemos construir castillos de naipes para protegernos y pensar que somos suficientes, pero lo cierto del caso es que, en algún momento del sendero, estaremos en la misma encrucijada del hijo pródigo: “¿qué hago acá en esta pocilga cuando en la casa de mi Padre hay comida y seguridad en abundancia?”.

No importa lo lejos que hayas intentado huir, siempre puedes regresar a tu primer amor y permitir que el abrazo del Padre sea el refugio que estás necesitando.

Oración:

Señor y Dios mío, he creído que soy muy inteligente y listo para terminar dándome cuenta que sólo he actuado torpemente mientras me alejaba de ti y de Tu propósito para mí. He pasado frío y apuros lejos de casa. Te pido que me perdones y me permitas regresar, que seas mi refugio y mi sustento, porque sé que en ningún otro hay palabras de vida eterna. Gracias por Tu amor incondicional y eterno.En el nombre de Jesús, amén.