Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosEjemplo

El don de la pasión

por Mónica Bates

Una noche, el Señor le hablo a Pablo en una visión y le dijo: «¡No tengas miedo! ¡Habla con libertad! ¡No te quedes callado! Pues yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente en esta ciudad me pertenece». Así que Pablo se quedó allí un año y medio enseñando la palabra de Dios -- Hechos 18:9–11.

La pasión es definida por el diccionario Merriam Webster como "un fuerte gusto o deseo o devoción por alguna actividad, objeto o concepto". Ser apasionados por algo a menudo nos da enfoque, un propósito y una razón para vivir. La pasión puede ser una fuerza que nos impulse en una determinada dirección; Y la pasión puede ser una fortaleza, dándonos valor para hacer una pausa en la vida cuando necesitamos volver al camino. La pasión puede incluso movernos a ayudar a los que sufren o a dar nuestras vidas por nuestros cónyuges, nuestros amigos o una causa.

¡Yo, soy una apasionada por Jesucristo! ¡No puedo quedarme callada! Mi pasión me impulsa a compartir el evangelio con aquellos que no conocen a Jesús como su Señor y Salvador. Recuerdo vívidamente cuando acepté al Señor a los diecinueve años después de experimentar la traumática muerte de mi madre. Fue la etapa más oscura de mi vida, pero en ella experimenté la bondad de Dios. Él creó algo nuevo en mí y me dio esperanza. Jesús se convirtió en mi ancla.

En esa temporada oscura, me di cuenta de que no hay otra relación en mi vida que pueda brindarme verdadera paz, consuelo, sanidad y calma, solo proviene del Señor. Y nada puede traer sanidad a un corazón y alma afligidos excepto Cristo. A medida que Dios comenzó a sanar mi corazón, nació mi pasión por contarle a la gente acerca de Jesús.

La pasión que el apóstol Pablo tenía por los gentiles en Hechos 18 demuestra su determinación de compartir el amor de Cristo con los demás. Cada semana en la sinagoga judía, Pablo razonaba y debatía, tratando de persuadir a los que estaban escuchando de que Jesús era su Mesías tan esperado. Cuando nadie quería aceptar la verdad de lo que estaba predicando, Pablo buscó a la comunidad gentil para compartir el evangelio. Pablo "Entonces salió de allí y fue a la casa de Ticio Justo, un gentil que adoraba a Dios y que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el líder de la sinagoga, y todos los de su casa creyeron en el Señor. Muchos otros en Corinto también escucharon a Pablo, se convirtieron en creyentes y fueron bautizados" (Hechos 18:7-8). Dios fue delante de Pablo, y Él va delante de nosotros para encontrar a las personas en nuestro camino para que podamos compartir el evangelio e invitarlos a aceptar a Jesús como su Señor.

Pablo tenía una gran pasión por Jesús, y nunca dejó que disminuyera. "Una noche, el Señor le hablo a Pablo en una visión y le dijo: «¡No tengas miedo! ¡Habla con libertad! ¡No te quedes callado! Pues yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente en esta ciudad me pertenece». Así que Pablo se quedó allí un año y medio enseñando la palabra de Dios." (Hechos 18:9-11). Cuando algunos de los judíos de Acaya acusaron falsamente a Pablo, el gobernador dijo: "'Me niego a juzgar tales asuntos. Así que los expulsó de la corte" (Hechos 18:15-16). Pablo usó su voz para "[visitar] y [fortalecer] a todos los creyentes" incluso en tiempos difíciles, y Dios estaba con él (v.23).

Tu voz te la dio tu Padre para compartir el corazón y el amor de su Hijo, tu poderoso Salvador. Tu voz es importante, y tu pasión por Jesús es valiosa. El Espíritu Santo anhela darte poder para aumentar la pasión por tu familia. Pasión por tus amigos. Pasión por la humanidad, para que ya no busquen consuelo en ídolos, sino que pongan su mirada en Jesús. Pídele a Dios que aumente tu pasión y te ayude a usar tu pasión y tu voz para compartir el amor y la esperanza de Jesucristo con todos los que te rodean. Tienes la capacidad de darle a la gente un regalo invaluable que cambiará su legado y las generaciones futuras para siempre.

Oración

¡Padre, por favor dame un corazón que arda por Ti! Ya que tu Palabra dice en Jeremías 1:9, "Mira, he puesto mis palabras en tu boca", sé que me darás las palabras correctas para decir y compartir en verdad y amor quién eres Tú. Al encontrarme con aquellos a mi alrededor que necesitan un toque de Ti y que necesitan saber que Tú eres el Salvador resucitado, sé que Tú me guiarás en los caminos que debo seguir y en las palabras que debo usar. En el nombre de Jesús, amén.

Activación

• ¿Estás emocionado de contarle a la gente sobre tu relación con Jesús? ¿O te falta la pasión que alguna vez tuviste? Pídele a Dios que te recuerde cuándo te apasionaste por Jesús por primera vez y que vuelva a encender esa llama.
• Si nunca te has sentido emocionado por compartir el evangelio, lee Mateo 28:19–20. Pídele a Dios que te dé la misma pasión y convicción que poseían los cristianos primitivos ¡y prepárate!
• ¿Dónde te está llamando Dios a hablar con valentía sobre tu fe? Identifica a una persona o grupo específico con el que puedas compartir el amor de Jesús esta semana. Escribe sus nombres y pídele a Dios que vaya delante de ti y te dé valor.

Para profundizar

Hechos 18; Jeremías 1:9; Juan 3:16; Mateo 28:19–20; 1 Pedro 3:15

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?