Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosEjemplo
Sigue al BUEN Líder
por Rusty Gorby
He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesús -- Hechos 20:21.
¿Alguna vez jugaste a seguir al líder cuando eras niño? Si el líder saltaba arriba y abajo, tú saltabas arriba y abajo. Si el líder actuaba como un mono, tú actuabas como un mono. Si el líder caminaba sobre sus manos, tú . . . lo intentabas. Si bien este es simplemente un juego divertido y bobo, un buen líder ayuda a mantener las cosas animadas. En la vida real, el liderazgo es un asunto importante y serio para Dios, y Él quiere que seas un buen líder.
Entonces, ¿qué hace que un líder sea "bueno"? Si lees cien libros de liderazgo, encontrarás cien respuestas diferentes. Afortunadamente, la Palabra de Dios nos dice los atributos de un buen líder. En Hechos 20:13-38, encontramos un momento conmovedor, aunque a menudo pasado por alto, en la vida de Pablo. Lleno de emoción y sabiduría espiritual, nos ofrece una mirada profunda al corazón de un verdadero siervo de Cristo y nos proporciona un marco valioso para nuestro propio camino de fe al modelar cómo es un buen líder.
Un BUEN líder . . .
Va a donde el Espíritu Santo lo guíe (Hechos 20:13-17)
En Hechos 20, encontramos a Pablo viajando a través de las regiones de Grecia y Asia (hoy en día Turquía), yendo a donde el Espíritu Santo lo guía para difundir las buenas nuevas y animar a los creyentes. En este punto de su viaje, tiene prisa por llegar a Jerusalén para el Festival de Pentecostés, pero siente que el Espíritu Santo lo guía con urgencia a reunirse con los ancianos (líderes) en Éfeso. Así que deja a un lado su propia agenda y llama a los líderes de la iglesia a reunirse con él.
Supera las dificultades (Hechos 20:18–21)
Pablo comienza su tiempo juntos describiendo su ministerio y pintando una imagen de sí mismo, un hombre totalmente dedicado a la dirección del Espíritu Santo y un discípulo de Cristo que ha servido con humildad y profunda inversión emocional. Luego comparte cómo ha superado las dificultades en el camino, mencionando las dificultades y pruebas que enfrentó. Sin embargo, por el poder del Espíritu Santo, se mantiene firme en su misión y nunca se acobarda de decirle a la gente lo que necesitaban escuchar: las buenas nuevas sobre Jesús.
Hoy en día, nuestro mundo a menudo nos anima a tomar el camino de menor resistencia, pero la determinación de Pablo nos proporciona un gran ejemplo. Nos recuerda que seguir a Cristo y compartir su mensaje no siempre es fácil, pero siempre vale la pena. Cuando enfrentamos oposición o dificultades, podemos sacar fuerzas de la historia de Pablo, sabiendo que la perseverancia frente a las pruebas es un sello distintivo de la fe genuina.
Obedece la Palabra de Dios (Hechos 20:22-26)
A lo largo de este pasaje, está claro que Pablo obedece la Palabra de Dios, y el versículo de hoy está en el corazón de su ministerio. Él comparte este mensaje sencillo pero profundo con los ancianos, pero también es un mensaje para nosotros hoy: todos deben arrepentirse del pecado, volverse a Dios y creer en Jesús. Este breve resumen del evangelio nos recuerda que debemos mantener el mensaje del evangelio en el centro de nuestras vidas y al frente de nuestras interacciones con los demás, permitiendo que dé forma a nuestros pensamientos, acciones y relaciones.
Al mirar hacia los desafíos que le esperan en Jerusalén, él hace una declaración audaz: "pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asigno el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios" (Hechos 20:24). Estas palabras nos invitan a reflexionar sobre nuestras propias prioridades y a reevaluar lo que realmente importa a la luz de la eternidad. ¿Estamos dispuestos a dejar a un lado la comodidad, la seguridad o la ambición personal para obedecer la dirección del Espíritu y seguir el llamado de Dios?
Desarrolla discípulos (Hechos 20:28-31)
En esta sección final, Pablo cambia su mensaje para mirar el futuro de la iglesia, recordándoles lo precioso que es el pueblo de Dios y la importancia de desarrollar discípulos. No solo reflexiona sobre su propio ministerio, sino que exhorta a los ancianos: "Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios - su iglesia, comprada con su propia sangre - sobre quien el Espíritu Santo los ha designado líderes" (Hechos 20:28). Esta instrucción no solo es relevante para los líderes oficiales de la iglesia, es para todos nosotros. Todos tenemos esferas de influencia. Tal vez sean nuestras familias, las personas en nuestros lugares de trabajo o los vecinos en nuestras comunidades. Como buenos líderes, debemos compartir el evangelio con las personas que nos rodean y, al mismo tiempo, discipular a aquellos que Dios ha puesto en nuestro camino.
Al concluir su discurso, Pablo deja a los líderes con una poderosa verdad: "Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha apartado para sí mismo" (Hechos 20:32). En estas palabras, encontramos tanto consuelo como empoderamiento. Pablo reconoce que, en última instancia, es la gracia de Dios la que nos sostiene y fortalece. Sus palabras nos desafían a examinar nuestro propio corazón, nuestras prioridades y acciones. Nos recuerda las verdades fundamentales del evangelio y el poder transformador de la gracia de Dios y nos llama a vivir vidas de fe audaz, servicio sacrificial y amor generoso.
Que nosotros, como Pablo, seamos BUENOS líderes y vayamos a donde el Espíritu nos lleve, superemos las dificultades, obedezcamos la Palabra de Dios y desarrollemos discípulos. Con la ayuda del Espíritu Santo, un día podremos mirar hacia atrás en nuestras vidas y decir que hemos sido fieles y que no nos hemos acobardado para "contarles a otros la Buen Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios" (Hechos 20:24b). Y que nosotros, en todas las cosas, mantengamos nuestros ojos fijos en Jesús, el Autor y Perfeccionador de nuestra fe.
Oración
Señor, gracias por tu Palabra y por enseñarme a ser un buen líder. Quiero vivir una vida rendida a Ti e ir a donde el Espíritu Santo me guíe. Al enfrentar oposición o dificultades, dame tu fuerza para perseverar frente a las pruebas y tribulaciones. Quiero obedecer tu Palabra y compartir tu maravillosa gracia, amor y salvación con quienes me rodean. Por favor, acompáñame mientras vivo mi fe con valentía audiblemente y discípulo a otros. En el nombre de Jesús, amén.
Activación
- ¿Estás dispuesto a rendirte a la dirección del Espíritu Santo e ir a donde Él dice que vayas? ¿Por qué sí o por qué no?
- Piensa en las personas que te rodean y que necesitan escuchar el mensaje de salvación. Haz una lista de los nombres que el Espíritu Santo pone en tu corazón y planea conectarte con ellos en las próximas semanas.
- ¿Está dispuesto a liderar sirviendo dondequiera que haya una necesidad en tu iglesia? ¿En el cunero? ¿Recibiendo a la gente o siendo líder de un grupo pequeño? ¿Orar con personas que están sufriendo? Pídele al Espíritu Santo que te guíe y te muestre dónde debes servir.
Para profundizar
Hechos 20; Efesios 1:1–4; Filipenses 1:27
Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?
Escrituras
Acerca de este Plan
Este poderoso devocional da vida al libro de los Hechos para los creyentes de hoy. Descubrirás cómo a través del poder del Espíritu Santo, los primeros cristianos revolucionaron su mundo y cómo tú puedes hacer lo mismo. Escrito por 30 voces diferentes que comparten revelación fresca e historias personales, te inspirará y te empoderará para impactar tu mundo, a caminar con valentía, sabiduría y autoridad sobrenatural.
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Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: gatewaypeople.com