Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosEjemplo

Jesús está a tu lado

por Janna Briggs

A la noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: "Pablo, ten ánimo, pues necesito que des testimonio de mí en Roma, así como lo has hecho en Jerusalén” -- Hechos 23:11 (RVC).

¿Alguna vez has sentido que alguien, o todos, están en tu contra? Sin importar lo que digas o hagas, ¿te malinterpretan, te mienten o simplemente te atacan? ¡Yo sí! Me gusta pensar en mí misma como una persona generalmente agradable y decente (¡la mayor parte del tiempo!), así que cuando esto sucede, es realmente difícil para mí. Cuestiono las cosas que he dicho o hecho, sopesando todas mis acciones hasta que finalmente llego al punto en el que le pregunto al Señor: "¿Por qué permites que sean tan malos conmigo? ¡No merezco que me traten de esta manera!"

Sé que está bien hacerle preguntas a Dios. Lo vemos todo a través del libro de los Salmos, donde David se lamenta ante el Señor: "Oye, Dios [...] ¡Estoy aquí y todo el mundo está en mi contra! Me escondo en una cueva. ¿Me vas a rescatar? ¿Vas a parar todo esto? Dios, hay personas que quieren hacerme daño, y me siento aplastado, abandonado, asustado y cansado. ¿Te vas a dar cuenta? ¿Vas a arreglar esto?" Por supuesto, esta es mi paráfrasis de muchos de los escritos de David (lee Salmos 9:13; 13:1–4; 22; 31:11–13). David y otros héroes de las Escrituras ciertamente conocían el trauma de ser atacados.

En Hechos 23, Pablo tiene varios grupos de personas de alto poder que intentan atacarlo o matarlo. Cada vez que habla, alguien se enoja. Ha sido detenido; atado con cadenas; Y en el versículo 12, hay un complot para matarlo. Tanta gente está hablando del complot que el sobrino de Pablo se entera, lo visita en el cuartel donde está detenido y le advierte sobre la emboscada. Solo puedo imaginar cómo debe haberse sentido Pablo al recibir esta noticia. Estaba haciendo todo lo posible por seguir las enseñanzas de Jesús y compartir con otros acerca de su Salvador para que pudieran experimentar la salvación y la libertad como él lo había hecho.

Si fueras Pablo, ¿no te sentirías cansado, aislado, desconsolado y asustado? Pero Pablo no se asusta ni se quiebra. La noche antes de que su sobrino le advierta a Pablo sobre el complot, el Señor le hizo una promesa a Pablo. Es solo un versículo corto y, sin embargo, es sobrenatural. Lo subrayé hace años en mi Biblia porque saltó de la página. Es tan corto que uno podría pasarlo por alto. Pero la esperanza y la confianza que podemos recibir de este versículo es en lo que debemos centrarnos hoy: "A la noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: ‘Pablo, ten ánimo, pues necesito que des testimonio de mi en Roma, así como lo has hecho en Jerusalén’" (Hechos 23:11 RVC (énfasis añadido).

Sí, has leído bien. Jesús mismo, el Rey de reyes resucitado, estuvo junto a Pablo en la noche y le habló. Él le dice: "Ten buen ánimo".El Señor no está diciendo: "Anímate, Pablo. Las cosas no están tan mal. ¡Pon una sonrisa en tu rostro y sigue adelante!" De hecho, "tener buen ánimo" en el idioma griego proviene de la palabra tharseó (θαρσέω) que significa "tener buen ánimo". Jesús está reconociendo la grave situación y animando a Pablo al mismo tiempo. ¡Él ve a Pablo! Le recuerda a Pablo el bien que ya ha hecho en Jerusalén y le da a Pablo una visión para su futuro, todo mientras está a su lado. ¡Qué imagen tan llena de promesas para nosotros en tiempos de angustia!

Amigo, es posible que nunca veas a Jesús físicamente parado a tu lado en esta tierra como lo hizo Pablo. Es posible que a veces tengas problemas para oír su voz. Pero ten buen ánimo. ¡Él está ahí! Cuando las circunstancias son malas, cuando la gente está en tu contra, cuando se dicen mentiras sobre ti, Jesús está a tu lado y nunca te dejará ni te abandonará. Él te ve y conoce tu arduo trabajando. Él tiene un propósito y un plan para ti, y el Dios del universo te ayudará a llevarlo a cabo.

Oración

Señor, ayúdame a sentir tu presencia de una manera real el día de hoy. Necesito saber que Tú estás ahí. Espíritu Santo, por favor háblame y consuélame. Incluso cuando mis circunstancias son malas y no veo cosas buenas por delante, Tú eres bueno. Tus caminos son buenos. Tú eres poderoso, y hasta las montañas se derriten bajo tus pies. Por favor, ayúdame a recordar que debo confiar en Ti cuando mis circunstancias no cambian y cuando siento que la gente está en mi contra. Sé que Tú estás conmigo. En el nombre de Jesús, amén.

Activación

• Hoy, recuérdate a ti mismo todas las veces que Dios ha estado ahí para ti. Puedes escribir sobre ellas, dibujarlas o incluso cantar acerca de su bondad para contigo.
• Lee el Salmo 8 en voz alta y considera memorizarlo.
• Anota cualquier área específica en la que sientas oposición o confusión. Luego, pídele al Señor que esté a tu lado en esos momentos y que te dé una palabra de ánimo, tal como lo hizo con Pablo. Escucha su voz y busca sus promesas en las Escrituras, permite que guíen tus pasos con confianza y valor.

Para profundizar

Hechos 23; Deuteronomio 31:8; Salmos 9:13; Salmos 22, Salmos 118

Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?