Permaneciendo en Jesús - Llevando Fruto DuraderoMuestra

Permanecer en Jesús a través de la obediencia

Permanecer en el amor de Jesús a través de guardar sus mandamientos

Lectura: Juan 15:9-10

EOAO: Juan 15:9-10

"Como el Padre me ha amado, así yo también os he amado; permaneced en mi amor. Si obedecéis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, del mismo modo que yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor" (RV2020).

En el texto

A lo largo de los años, he orado para que, a medida de que mis hijas crecieran, su amor por Dios se profundizara. Mi oración siempre ha sido que entiendan que la obediencia a Dios no se trata de palomear casillas o seguir una lista de reglas, sino de responder a Su abrumador amor por ellas.

Cuando crecemos en nuestra relación con Jesús y aprendemos a permanecer en Él cada día más, Él comienza a transformarnos de adentro hacia afuera, dándonos tanto el deseo como la fuerza para obedecerlo. Cuando aprendemos a permanecer en Su amor, la obediencia deja de ser una carga y se convierte en una hermosa respuesta a Aquel que nos ama sin medida. Se convierte en un acto de confianza, porque sabemos que Sus reglas están arraigadas en Su amor perfecto por nosotros.

Permanecer en el amor de Jesús es vivir con la seguridad de que somos profundamente apreciadas. Su amor lo cambia todo. Alimenta nuestro deseo de seguirlo y nos permite reflejar ese amor a los demás. La obediencia gozosa y voluntaria es muy diferente a seguir a regañadientes un conjunto de reglas. Proviene de deleitarnos en Jesús y dejar que Su amor llene tanto nuestro corazón que, a su vez, nosotros también lo amaremos con todo nuestro corazón.

La clave de la obediencia es el amor. Cuanto más nos enamoramos de Jesús, más dispuestos estamos a seguirlo. Y cuando lo hacemos, nuestra relación con Él se profundiza, permitiéndonos dar fruto que bendice a otros y llena nuestros corazones de alegría.

Oración

Querido Jesús, gracias por cuidarme y amarme. Ayúdame a permanecer en tu amor y a obedecerte por amor a ti. Enséñame a caminar cerca de ti y a dar fruto que te dé gloria. Amén.