Permaneciendo en Jesús - Llevando Fruto DuraderoMuestra

No hay amor más grande que éste

Lectura: Juan 15:13-14

EOAO Juan 15:13-14

"Nadie tiene amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que Yo os mando" (RV2020).

En el texto

Cuando permanecemos en Jesús, estamos conectados a Él de tal manera que Su amor puede convertirse en nuestro amor. El verdadero amor no es pasivo; es una decisión de darnos a nosotras mismas de maneras que nos cuestan algo. Puede ser nuestro tiempo, atención, o nuestros recursos. El verdadero amor, el que Jesús nos demanda, es sacrificial. Es la voluntad de dar nuestras vidas por el bien de alguien más.

Amar a los demás de esta manera es a la vez un privilegio y un reto. Es un privilegio porque es como reflejamos a Jesús al mundo, mostrando la hermosura de Su amor. Pero también es un reto porque nos llama más allá de la comodidad y a lugares de rendición y servicio. Esto es especialmente difícil para nosotras quienes vivimos en una era de "DERECHOS”, donde todo el mundo parece estar obsesionada con sus propios derechos y su propio bienestar.

Cuando permanecemos en Cristo, podemos pedirle que nuestros corazones secos sean llenos tanto de Su amor que podamos desbordarnos de amor hacia los que nos rodean. Es así como permanecemos en Su amor, dejando que Su amor se mueva a través de nosotras para bendecir y levantar a otras.

Cuanto más permanezcamos en Jesús, más nuestras vidas reflejan Su amor en acción. Nos volvemos más pacientes, más compasivas, y más dispuestas a dar incluso cuando es difícil. Y en ese dar, descubrimos el gozo y el propósito de vivir una vida que lo glorifique. Permanecer en Cristo significa amar como Él amó: fielmente, desinteresadamente y con un corazón que desea obedecer.

Oración

Querido Jesús, gracias por tu amor sacrificial. Ayúdame a permanecer en ti cada día, para que tu amor pueda fluir a través de mi hacia los demás. Enséñame a amar con un corazón que da y sirve. Amén.