Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Aprendiendo a PerdonarMuestra

Aprendiendo a Perdonar

DÍA 3 DE 5

(Te aconsejo que apartir de este día leas primero las citas bíblicas y después te regreses a leer el devocional) :)

Comencemos a estudiar los primeros versículos de la carta a Filemón, también conocida como la carta de perdón y reconciliación, te sorprenderás todo lo que podemos aprender.

Los personajes principales de esta carta son:

Pablo, Onésimo y Filemón.

Onésimo era un esclavo (no lo imagines como alguien que llevaba cadenas, siendo prisionero privado de su libertad sino como alguien que era un siervo, alguien que estaba al servicio de otro), al cual Pablo buscaba hacer libre… libre de toda deuda que tenía, por lo cual escribió una carta a Filemón quien había sido su amo.

Se dice que esta carta fue escrita por Pablo durante su primer encarcelamiento en Roma y que la escribió de su puño y letra, a diferencia de otras cartas que eran dictadas por Pablo y escritas por alguien más.

En el contexto de esta carta, Pablo se encontraba en prisión, ya anciano, y le escribe a Filemón que es a quien va dirigida esta carta.

Filemón era un creyente, un cristiano generoso, bondadoso, muy amado, que colaboraba en la obra de ministerio.

Probablemente, Filemón había sido llevado a la fe en Jesucristo por medio de Pablo, por lo que era cercano a él y tenía la confianza de escribirle aun sin hacer mención de su apostolado, como solía hacerlo en otras cartas.

Continuando con la descripción de Filemón, también podemos darnos cuenta de que él abrió su casa como un lugar de culto o reunión. En aquel tiempo los judíos se congregaban o se reunían en sinagogas, no así los cristianos se reunían en diferentes casas. Filemón tenía una iglesia en su casa.

Sin duda, Filemón era un creyente genuino y colaborador en la obra del ministerio.

Pablo destaca de él su amor y su fe en Jesús (vers. 5). Él había escuchado de que Filemón no solo amaba y tenía fe en Jesús, sino que también mostraba su fe genuina en Jesús, amando a todos los creyentes.

La descripción que Pablo da de Filemón pareciera señalar que era un cristiano modelo, auténtico y hospitalario. Seguramente a todos nos gustaría ser descritos de esta forma…

Filemón tenía amor por los demás, confortaba corazones y esto provocaba a Pablo, gran gozo y consuelo.

Sin embargo, a finales de esta primera porción, en el versículo seis, Pablo comienza a recordarle todo el bien que ha recibido de Cristo… Parece que Pablo trata de recordarle su identidad en Cristo y aquello que Cristo le ha dado. Como si, parafraseando, Pablo le dijera:

¿Has conocido y creído todo el bien que Cristo te ha dado y hecho? Que tu conocimiento sea fructífero, es decir, sea eficaz… Activa tu fe…

Esto lo decía por la petición que estaba por hacerle, la cual podría resultar difícil de otorgar si no recordaba ni activaba su fe.

Es interesante pensar que cuando hablamos de fe, inmediatamente pensamos en milagros y sanidades. Creemos que cuando alguien dice: “activa tu fe”, se refiere a levantarte y comenzar a caminar cuando no podías hacerlo. Pensamos que necesitamos vivir en la fe que decimos tener en Jesús solo cuando atravesamos por enfermedades, aflicciones y tribulaciones, pero olvidamos que nuestra fe también es probada y demostrada en medio de los conflictos y desacuerdos que tenemos con otros o en las ofensas y heridas que otros nos han causado. Nuestra fe es probada en nuestras relaciones.

Reflexiona:

¿He conocido lo que Jesús hizo por mí en aquella cruz y he vivido en la fe genuinamente?

¿Mi fe últimamente ha estado siendo probada en algún conflicto y/o desacuerdo en una relación?

¿Otros han conocido y escuchado sobre el amor y la fe que tengo en Jesús?

¿He hecho evidente mi amor por Cristo y mi fe en Él a través de la manera en que me relaciono y amo a los demás?

Oremos juntos.

Padre, mi fe está siendo probada en cada herida y ofensa que otros me han causado. Líbrame de ser hipócrita y de decir que te amo y tengo fe en ti sin dar amor ni mostrar mi fe a través de mis obras y frutos que ni siquiera dependen de una realidad que provenga de mí, sino de quien habita en mí, que es tu Espíritu Santo.

Cada día ayúdame a ser un/a genuino/a creyente que demuestra tu amor, tu perdón, tu misericordia y tu gracia. En el nombre de Jesús. Amén.

Acerca de este Plan

Aprendiendo a Perdonar

¿Cómo perdonar a quién me ofendió dentro o fuera de la iglesia?, ¿La reconciliación es posible?, ¿Podré sanar y olvidar la ofensa? Cuando perdonar se convierte en una decisión difícil, tanto que llegamos a considerar que jamás podremos sanar ni olvidar la ofensa, es necesario volver al evangelio. Volver a… ¡Las buenas noticias de salvación, reconciliación y perdón en Cristo! ¡Cuentas saldadas, corazón feliz!

More

Nos gustaría agradecer a Fátima Meza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/soyfatimaa