Aprendiendo a PerdonarMuestra

A través de esta carta conocemos a Jesús como nuestra fuente de reconciliación no solo con el Padre, sino también con nuestros hermanos.
En ella se hace hincapié en el amor, la misericordia y la gracia.
Podemos encontrar que, así como Pablo se ofreció a pagar todo lo que Onésimo le debía a Filemón, Jesús mismo se ofreció a sí mismo.
Esto nos proporciona una hermosa ilustración del evangelio.
Pablo se ofreció a pagar una deuda que un esclavo no podía pagar con el fin de que se reconciliara con su amo.
De manera similar, Cristo pagó la deuda del pecado, y cuando la pagó, no solo pagó por tu propia deuda, sino también pagó la deuda que otros tenían contigo.
Cristo pagó la deuda del pecado para que todos pudiéramos ser reconciliados con Dios y a sí mismo ha pagado las deudas de todos aquellos que te ofendieron y que jamás podrán pagarte, a fin de traer restauración y libertad a tu vida, pudiendo vivir la vida que Él planeó para ti desde antes de la creación.
Su propósito es que vivas en libertad y en su plenitud, en gozo y en paz, no en amargura, ni en rencor o resentimiento. Perdonar duele y no es fácil, pero es más difícil y duele más cargar con ello. Perdonar es de valientes y muestra madurez espiritual en Cristo.
Muestra una comprensión verdadera del evangelio.
Perdonar es una decisión.
Ahora que has recibido esta carta de manera personal, considera escribir una carta de liberación, reconciliación y perdón a la persona a quien agraviaste o a quien te agravió.
Ten presente la misericordia y gracia que has recibido de Dios a través de Cristo.
Ejemplo:
Padre, hoy, en amor por el poder de tu Espíritu Santo, quien ahora vive en mí, tomo la decisión de perdonar a todos los que me lastimaron.
Hoy decido perdonar a... (nombre de la persona)
por lo que... (escribe todo lo que decides perdonar).
Hoy abrazo y recibo tu misericordia, amor y perdón, y lo otorgo tal como tú me lo otorgaste en Cristo. Perdona sus pecados hacia mí, no se lo tomes en cuenta. Bendice su vida con toda bendición que proviene de ti.
No llevaré cuentas de sus ofensas, aun si me vuelven a ofender y lastimar, les perdonaré.
Que siempre sean tu amor y una fe genuina obrando eficazmente en mí. Restáurame y sana cada herida en mi corazón, solo tú puedes hacerlo. En el nombre de Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

¿Cómo perdonar a quién me ofendió dentro o fuera de la iglesia?, ¿La reconciliación es posible?, ¿Podré sanar y olvidar la ofensa? Cuando perdonar se convierte en una decisión difícil, tanto que llegamos a considerar que jamás podremos sanar ni olvidar la ofensa, es necesario volver al evangelio. Volver a… ¡Las buenas noticias de salvación, reconciliación y perdón en Cristo! ¡Cuentas saldadas, corazón feliz!
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Nos gustaría agradecer a Fátima Meza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/soyfatimaa
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