Cuando El Hombre Teme, Dios Habla.Muestra

Señor, ¿Quién eres?

¿Qué hace Dios cuando observa a su pueblo en angustia, aflicción y dolor? Al presentarse ante Moisés en una zarza ardiente, Dios muestra su compasivo corazón por medio de cuatro acciones.

1. "He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto” : Dios nunca es indiferente ante las situaciones de dolor, angustia y temor. Sus ojos nos observan constantemente como el orfebre a la plata cuando está siendo purificada (Éxodo 3:7 RVR1960).
2. “He oído su clamor”: Dios no solo ve, sino que escucha la queja y el lamento tanto interno como externo (Éxodo 3:7 RVR1960).
3. “He conocido sus angustias”: Dios conoce la profundidad de cada una de nuestras pruebas, aflicciones y consecuencias de pecado que estemos pasando, y en su consejo sabio reconoce la realidad, reflexiona sobre ella y toma una decisión. (Éxodo 3:7 RVR1960)
4. “He descendido para librarlos” : Una persona puede ver, escuchar y reflexionar sobre el sufrimiento, pero no tener ninguna intención de hacer nada. Dios no es así y su resolución es venir como libertador de su pueblo enviando a Moisés. (Éxodo 3:8-12 RVR1960)

Después de escuchar la misión de Dios, Moisés preguntó: “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?”. Esta pregunta cuestiona la identidad de Dios y demuestra que tanto Moisés como los israelitas se olvidaron de Dios y no lo conocían. En vez de tratarlo con ira, Dios le revela su nombre eterno. “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:13-14 RVR1960). Este es el nombre que echa fuera todo temor y muestra que nuestro Dios es independiente, autodirigido, autosuficiente, inmutable y soberano. Ni siquiera el corazón humano sale de su control.

Pero la confianza de Moisés es inexistente y lo vemos con una segunda pregunta donde cuestiona la misión de Dios. “He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová”. Dios respondió pacientemente con una muestra de su poder mediante tres señales: una mano leprosa que sana, una vara convertida en serpiente y aguas en sangre (Éxodo 4:1-9 RVR1960)

Pero nuevamente la incredulidad de Moisés y su temor cuestionan la sabiduría de Dios con una petición. “¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua” (Éxodo 4:10 RVR1960). Hebreos y Hechos nos muestran que esto es una mentira, pues Moisés fue instruido con la mejor educación de Egipto, sin embargo su temor es más grande y miente.

Dios, después de mostrar quién es Él, que estará con Moisés y que le dará autoridad, le dice: Yo te hice y estaré incluso en tu boca.

¡Cuántas afirmaciones de Dios y cuántas excusas de Moisés!

En su última intervención Moisés cuestiona la decisión de Dios al escogerlo, "Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona".(Éxodo 4:13 NVI). Aquí es la primera vez que vemos que se enciende la ira de Dios contra su siervo. Pero esto no lo descalifica de la obra, sino que nos muestra aún más la paciencia y amor de Dios al enviarlo de todos modos, no por las capacidades, experiencias ni posesiones del hombre sino por la fidelidad y la confianza de Su carácter y de Su Palabra.

Amigo, en el temor, Dios nos dice las mismas palabras que a Moisés, Jacob y Abraham. “YO SOY EL QUE SOY y estaré contigo". Gracias a Cristo, Dios nunca nos dejará solos y nos llevará por el camino seguro. Aun cuando signifique pasar por valles oscuros y pozos profundos, tenemos al mejor compañero de peregrinaje.

Desafío:

Mira todas estas palabras de Dios y anota cómo tu temor e incredulidad han hecho reemplazado quién es y lo que hace.

1. Él está contigo.
2. Él te ve.
3. Él te escucha.
4. Él te considera y es consciente de tu situación.
5. Él toma una resolución de liberarte por medio del evangelio.
6. Él está cerca con su Espíritu Santo.
7. Él te capacita para hacer su voluntad.