Vivir en familia

El último hábito esencial para la vida del seguidor de Jesús que veremos en este estudio es el hábito de vivir en familia con los demás hijos de Dios. Es compartir la vida en comunidad auténtica con otras personas que también son hijos de Dios.

Muchas veces los cristianos no viven juntos en verdadera comunidad. Asistimos a las reuniones de nuestra iglesia juntos, pero nos cuesta compartir la vida. Vivimos vidas separadas; cada uno en su mundo. Entramos en una relación de Padre e hijo con Dios, pero nos cuesta llevarnos como familia verdadera con sus hijos.

Una de las razones por las que es tan importante vivir en comunidad con otros hijos de Dios es porque nos protege en nuestra relación con Dios. Sin estar en comunidad auténtica con sus hijos, inevitablemente nos apartamos de Dios. Así que necesitamos vivir en comunidad con los otros hijos de Dios. La vida como seguidor de Jesús no puede ser una vida aislada. 

Idea grande: ser hijo de Dios significa ser parte de su familia

Cuando una persona decide ser su hijo entra en su familia, llega a ser miembro de la comunidad de los demás hijos e hijas de Dios.  

¿Cómo debe ser la familia de Dios?

Estas son algunas de las características que deben identificar la familia de Dios:

1. Una familia unida. Más que sólo un grupo de personas, la familia de Dios es una familia cuya unidad es expresada en un compañerismo sincero y amor de hermandad profundo.
2. Cuidado mutuo. Siendo familia, los hijos de Dios deben cuidarse mutuamente. Todos deben preocuparse por el bienestar físico y espiritual de sus hermanos.
3. Trae gloria a Dios. Al cantar alabanzas a Dios y proclamar su Evangelio juntos, al ser la representación física del cuerpo de Cristo en este mundo y al servir a nuestro Señor como familia, Dios recibe mucha gloria. 

¿Cómo debemos vivir en la familia de Dios?

Debemos imitar la vida familiar de la primera iglesia. En Hechos 2 vemos que había dos elementos grandes en su comunidad: 

1. Reuniones regulares. Son los momentos en los que se reúne toda, o una gran parte de la iglesia en un sólo lugar para celebrar un servicio o culto a Dios, en el cual juntos cantamos a Dios, compartimos la Santa Cena, enseñamos y proclamamos su Palabra, e invitamos a nuestros amigos a venir a ver y a probar esta vida cristiana.
2. Vivir la vida juntos. Aparte de la reunión de toda la iglesia, otra gran parte de la vida compartida de la iglesia debe ser reuniones pequeñas, estudios en las casas, visitas informales y compartir las actividades normales de la vida juntos. Para vivir como la familia de Dios tenemos que pasar tiempo juntos. No podemos ser los mejores amigos de cada persona que va a nuestra iglesia, pero sí debemos pasar tiempo juntos regularmente con algunos de ellos. 

¿Qué pasa cuando vivimos como la familia de Dios?

Dios obra a través de todos sus hijos juntos cuando vivimos como familia. Los de afuera reconocen que somos el pueblo de Dios, algunos deciden unirse a nosotros y entran en el Evangelio, y mutuamente nos ayudamos a seguir a Jesús.

¿Cuál es tu próximo paso para vivir en más estrecha y cercana comunidad con otros hijos de Dios?

• ¿Necesitas comprometerte a ser constante en asistir a las reuniones de la iglesia los domingos?
• ¿Qué puedes hacer para vivir en más íntima comunidad con tus hermanos en Cristo entre semana?
• ¿A quién puedes ayudar en su camino con Dios?  
• ¿A quién conoces que tiene necesidades que tú puedes suplir?  
• ¿Cómo puedes animar a otro en su fe?

Más como Jesús

La meta de la vida cristiana es ser más como Jesús, Quien está en perfecta comunión con su Padre Dios, y con Dios el Espíritu. Además, Jesús vivió en comunidad con sus seguidores durante su vida en esta tierra. Cuando nosotros vivimos más en comunidad con otros seguidores de Cristo llegamos a ser más como Jesús. 

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