Fe y perdón

El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tu, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.

Salmos 51:17

En el verdadero arrepentimiento se mezclan la fe y el perdón. La fe de aquel que se acerca con toda confianza ante Dios, con dolor y vergüenza, por haber fallado pero con esperanza y regocijo descansando en la misericordia de este amoroso Dios.

Nos acercamos arrepentidos y quebrantados, y recibimos el perdón incondicional de este grandioso e incomprensible Dios que nos ha dado a Su Hijo para que seamos limpios de toda maldad. La fe y el perdón se mezclan en el milagro del arrepentimiento para darnos esperanza cuando caminamos en obediencia a Dios y fallamos.

El Salmo 51 es una oración que ha servido como refugio para todas las personas que están conscientes de sus errores y claman por perdón y restauración. Una restauración que está al alcance de todos aquellos corazones quebrantados y arrepentidos.

Acercate a Dios con toda libertad, no confiando en tu esfuerzo o sacrificios, tampoco en tu perfección o total obediencia. Podemos acercarnos al Padre, porque el Hijo nos ha abierto un camino con Su sangre, sangre que limpia todo pecado confesado y purifica todo corazón que descansa en Su sacrificio eterno (Hebreos 4:4-10).