Matrimonio IndivisibleMuestra

¿Qué personas dividen tu matrimonio?

Recordando la cita de Mateo 19:5-6, que leímos el primer día de este devocional, Jesús nos enseñó claramente a estar alertas ante la división que algunas personas pueden traer a nuestra relación. Hay diferentes personas que, sin mala intención, pueden estar ocupando el lugar de prioridad que debería tener nuestro esposo o esposa. No es que ellos sean enemigos, sino la posición que les damos por encima de nuestro cónyuge.

Personas que pueden estar desplazando a nuestro cónyuge de su lugar en nuestro corazón:

• El cónyuge ideal en mi mente con el que comparo a mi esposo(a).
• Mis padres
• Mis hijos
• Amigos(as)
• Jefes
• Líderes
• Personas del sexo opuesto

Muchos esposos(as) tienen el corazón herido porque las acciones de su pareja les han hecho sentir que hay alguien más importante. Esto se evidencia cuando se escoge la opinión de otra persona por encima de la del cónyuge, cuando se les dedica más tiempo a otros, o cuando se priorizan otras relaciones. Esto despierta sentimientos de celos, rechazo, abandono y poco valor.

Pero la primera persona en dividir soy“Yo”

El principal agente de división en el matrimonio es el egoísmo, o dicho de otra forma, el yo-centrismo. Tal vez eres tú quien, sin darte cuenta, ha estado provocando conflictos o distanciamientos en tu relación.

Si nos preguntamos:¿Qué causa las disputas y peleas entre nosotros?, lo primero que pensamos es:“mi esposo es el causante”o“mi esposa tiene la culpa”. Pero la Palabra nos enseña otra perspectiva:

“¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?”
(Santiago 4:1 NVI).

La fuente de muchos conflictos está en los deseos internos que batallan en nuestro propio corazón. A veces esos deseos son legítimos, pero muchas veces están centrados en el orgullo, en heridas no sanadas del pasado, o en expectativas no comunicadas que nuestro cónyuge simplemente no puede o no sabe cómo cumplir.

Las cosas que deseamos… y no obtenemos

¿Te identificas con frases como estas?
"Nunca piensa en mí".
"Siempre se pone primero".
"Yo también necesito que me valoren".

Estas voces internas, si no son llevadas a la luz, alimentan el conflicto. Y en lugar de buscar la unidad, nos empujan al distanciamiento.

Las cosas que nos dan envidia

Otra raíz común de conflicto es la comparación. Tal vez tu esposo sale a trabajar y tú te quedas en casa con los niños, y sin darte cuenta empiezas a envidiar su libertad. O tal vez tu esposa tiene una buena relación con sus padres y eso te incomoda porque tú no tienes esa bendición.

Aunque las formas de sentirse amado pueden variar entre tú y tu cónyuge, el simple hecho de quitar el enfoque de ti mismo y ponerlo en las necesidades del otro no solo eliminará el conflicto, sino que los unirá aún más.

Porque, al final, amar verdaderamente no significa amarte menos a ti, sino amar primero a tu cónyuge.

Reflexión para hoy:

• ¿A quién le estamos dando el lugar de prioridad que le corresponde a nuestro(a) esposo(a)?
• ¿De qué formas tu egoísmo está dividiendo tu matrimonio?
• ¿Está siendo tu corazón una fuente constante de peleas y conflictos?

Es tiempo de renunciar a ser un agente de división en tu matrimonio y comenzar a ser el principal protector y promotor de la unidad en tu relación. Es tiempo de regresar a tu esposo(a) a la posición que le corresponde, por encima de cualquier otra relación humana.