Matrimonio IndivisibleMuestra

El poder de tus palabras
Es increíble el poder que hay en nuestras palabras. Fueron las palabras las que nos acercaron por primera vez, y fueron nuestras palabras declaradas en el altar las que sellaron nuestro compromiso en matrimonio. Pero también son nuestras palabras las primeras en lastimar nuestra relación, y muchas veces, las últimas en sepultarla.
La misma lenguapuede unir o dividir, construir o destruir, acercar o alejar.
Así que, si deseamos tener un matrimonio indivisible, es indispensable aprender a controlar y dirigir nuestras palabras de forma sabia y amorosa.
“La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias" (Proverbios 18:21 NTV).
Hablar sin límites es una receta para el desastre relacional. Esto ocurre cuando permitimos que nuestras emociones tengan acceso directo a nuestra boca sin pasar por el filtro de la mente ni la dirección del Espíritu.
Las emociones, al ser reacciones intensas y momentáneas, producen palabras desordenadas que pueden llegar a ser profundamente ofensivas.
Si queremos un matrimonio indivisible, necesitamos empezar a dominar nuestras palabras y hacernos responsables de lo que decimos. Después de todo, las palabras provocadas por emociones temporales pueden dejar heridas permanentes en el corazón de nuestro esposo(a).
Palabras que dividen
Así como las actitudes, también hay tipos de palabras que consciente o inconscientemente usamos para dividir nuestro matrimonio ladrillo a ladrillo:
- Mentiras
- Crítica constante
- Insultos
- Despecho
- Comparaciones
- Burlas
- Sarcasmo
- Indiferencia verbal
- Etc.
Rompiendo con las palabras que dividen
Romper con las palabras tóxicas implica ir más allá de los labios y llegar al corazón, la fuente de donde todo brota (Lucas 6:45).
Para que cambie nuestra forma de hablar, debe cambiar primero nuestro corazón.
Pídele a Dios que te muestre qué está produciendo esas palabras destructivas: ¿Es rencor? ¿Temor? ¿Inseguridades no sanadas? Sólo el Señor, que examina los corazones, puede revelar lo que hay dentro y sanarlo con Su amor, gracia y verdad.
Permite que Él elimine de ti todo lo que hace de tu boca una fábrica de palabras que dividen, y transforma tu boca en un canal de palabras que construyen, bendicen y unen.
Reflexión para hoy:
- ¿Qué tipo de palabras te permites decirle a tu esposo(a)?
- ¿Qué hay detrás de esas palabras? ¿Falta de perdón? ¿Venganza? ¿Amargura?
- ¿Sueles hablar desde tus emociones o desde el amor que tienes por tu cónyuge?
- ¿Estás dispuesto(a) a dejar que Dios transforme tu manera de hablar?
¿Quieres tener un matrimonio largo, fuerte y bendecido? Entonces cuida cada palabra que sale de tu boca. Decide hablar lo bueno, lo que edifica, lo que enriquece y da vida.Y si sientes que con tus palabras has herido o destruido a tu cónyuge o tu matrimonio, no es tarde. Toma un tiempo para hablarlo con Dios, recibir su perdón y permitir queÉl te dé una nueva oportunidad para sembrar palabras de bendición en el corazón de tu esposo(a) y en la relación que están construyendo juntos.
Acerca de este Plan

Jesús advirtió que lo que Dios ha unido corre el riesgo de dividirse, y nos instruyó a no permitir que eso ocurra en nuestro matrimonio. En este devocional basado en nuestro libro Indivisibles descubrirás los cinco agentes más comunes de división que enfrenta un matrimonio y aprenderás cómo protegerlo de ellos.
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Nos gustaría agradecer a Indivisibles por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.vivoalternativo.com
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