No por nuestra habilidad, se trata de Dios Muestra

Y finalmente es apasionado

Había amanecido y el Señor ya había tocado el muslo de Jacob, haciendo que se saliera de su coyuntura. Jacob deseaba ser liberado pero observa lo que dijo, «No te dejaré, si no me bendices». Esta frase es bastante apasionada. Aquí es, precisamente, donde comienza la victoria. 

«Dios, aquí estoy de rodillas delante de ti. Dios, estamos luchando juntos en oración y no dejaré que te vayas hasta que me bendigas». ¡Ardiente! 

¿Deseas hacer las cosas en serio para Dios? ¿Son tus oraciones vanas repeticiones o se convierten en palabras apasionadas en medio de una oración persistente? Dios, no voy a dejar que te vayas. Ya me has tocado y estoy cojeando pero no voy a dejar este lugar hasta que consiga tu bendición sobre mi vida. 

Podemos aprender grandes lecciones de este hombre que fue tocado por un ángel. Un hombre que fue maquinador, engañador, pero que se convirtió en príncipe. «No te dejaré, si no me bendices». Así que Dios dijo: «Está bien, te voy a cambiar de nombre, ya no te llamarás más Jacob sino que ahora te llamarás Israel. Ya no serás más un maquinador sino que ahora serás llamado príncipe, aquel que es persistente con Dios, aquel que prevalece con Dios».

Toda una nación fue bendecida a través de Jacob y también tras de ti vendrán generaciones que serán bendecidas, si tú sirves a Dios y eres persistente diciendo: «Dios, quiero que bendigas mi vida».

Mi oración por ti es que tengas una experiencia con Dios como ésta, de manera que los demás puedan decir: «Él o ella ha sido tocado por Dios». No lo hago solo por ti, sino también porque las generaciones futuras serán bendecidas a causa de esto. Así sucedió con la vida de Jack Wyrtzen, el fundador de Palabra de Vida y es la razón por la cual el ministerio de Palabra de Vida existe hoy, ¡por el toque de Dios sobre la vida de un hombre que estaba dispuesto a andar con Dios!