Vestidos del nuevo hombreMuestra

No somos ostiones, somos el cuerpo

El otro lado de vestirnos de misericordia, sería vestirnos de juicio, vestir de juez, Dios no nos hizo vestiduras de juez, Él es el único que juzga. Dios quiere que seamos misericordiosos, así como Él es misericordioso; y si la misericordia de Dios no tiene límite, ¿hasta dónde debe llegar nuestra misericordia? Como la de Él, «sean imitadores de Dios, como hijos amados».

En Colosenses, también dice, que debemos vestirnos de bondad, lo cual es contrario a la maldad. Aun así, muchas personas tienen un concepto errado de lo que es ser bueno, eso no significa que me porte bien, hay mucha gente que se porta bien pero es inútil en la vida. Están muy bien portados en su casa, nunca salen, ni siquiera tienen una multa, son personas que nunca han herido a nadie; pero son personas que nunca han producido ningún bien a nadie.

Cuando la Palabra dice que tenemos que vestirnos de bondad, no habla de portarnos bien, sino que debemos hacer el bien, o sea una acción. La bondad es una acción, ser bueno no es quedarse sentado sin hacer nada malo, los ostiones son muy buenos, porque no hacen daño a nadie, no se muerden, no se pelean entre ellos, no hacen ruido, no se van de fiesta, no parrandean, no se engañan los unos a los otros, no existe el ostión que engañó a la «ostiona». En resumidas cuentas se portan muy bien, pero no hacen nada en la vida; ahí están incrustados donde nacieron, ahí crecen y mueren. Nosotros no somos ostiones, eso no es ser bueno.

Ser bueno es hacer buenas obras, las obras del Padre; no para alcanzar una posición en Dios, sino como el fruto de la vida que Dios nos ha dado. ¿Qué es Dios, carne o espíritu? ¡Dios es espíritu! ¿Los hijos de Dios, somos carne o espíritu? ¡Pues las dos!, somos carne y somos espíritu, pero, ¿Dios tiene cuerpo? ¡Claro que sí! Nosotros somos el cuerpo de Cristo; entonces, la manifestación de las obras buenas, es Dios obrando a través de su cuerpo, a través de nosotros. Hacer las obras de Dios, aquellas para las que fuimos predestinados desde antes de la fundación del mundo, eso es ser bondadoso. Producir las obras buenas de Dios, es decir, hacer algo bueno que beneficie a otras personas; persistir en eso, y lograr que Dios se vea a través de nosotros, exactamente eso es ser bondadoso.

El apóstol Pablo dice a los colosenses, en cuanto a la recomendación de cómo vestirse, que debemos vestirnos de humildad, lo analizaremos el día de mañana.