Llamados a la comunión con CristoMuestra

Llamados a la comunión con Cristo

Pablo dice a los corintios, que han sido «llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor». Este compañerismo es un privilegio que no podemos ganar. Es un gran privilegio tener acceso a un presidente o a un rey. Sin embargo, Dios llama a todos sus redimidos a participar en ese compañerismo, y todos los que respondan con fe, disfrutarán de él.

La palabra comunión proviene del termino griego koinonia, el cual significa «participación junta con algo», cuya raíz es koinonos que indica, socios en unidad y esencia común. Dios por gracia, nos ha llamado a estar en unión con su Hijo posicionalmente, y en comunión con su Hijo vivencialmente, lo que implica una mutua participación. 

Fuimos llamados a una mutualidad, en la cual todo lo que Cristo es, llega a ser nuestro y todo lo que nosotros somos, en Cristo llega a ser suyo. En la comunión nosotros somos uno con Él, y Él es uno con nosotros. Esta comunión es un deleite, al saber el disfrute que tenemos del Dios Triuno, el disfrute que el Dios Triuno tiene de nosotros y también el disfrute que los creyentes tienen los unos de los otros, como miembros del cuerpo de Cristo. Esto es un disfrute maravilloso, universal y mutuo.

La comunión del Hijo de Dios la efectúa el Espíritu, puesto que en nuestra experiencia, la comunión del Hijo llega a ser la comunión del Espíritu y de nuestro espíritu regenerado, por medio de la obra del Espíritu vivificante con quien estamos fundidos en un solo espíritu.

La experiencia de la cruz, profundiza tanto la comunión vertical con Dios, como la comunión horizontal con los santos. Esta comunión, nos capacita para conocer la vida del cuerpo y vivir en la comunión del cuerpo. Si nuestra carne, nuestro yo, nuestra vida natural, son quebrantados por la cruz, si nos sometemos a la autoridad de Cristo como cabeza, y vivimos la vida del cuerpo, disfrutaremos de la comunión del cuerpo en plenitud.

Pablo deja muy claro, que Cristo es el único centro en la economía de Dios, y por medio de quien, Él nos ha dado a conocer todas sus intenciones y planes. Fue a través de su obra completa y perfecta en la cruz, que nos ha redimido y renacido, para que podamos participar libremente y tener comunión permanente en Él y con Él. 

La palabra comunión, es muy profunda, y no creo que en un breve estudio se pueda agotar su significado. La comunión, no se refiere simplemente a la comunicación que existe entre nosotros y Dios. Denota también, una participación mutua y una unión indivisible. Además, significa que nosotros y Cristo, llegamos a ser uno, que disfrutamos a Cristo y todo lo que Él es; y, que Él nos disfruta y todo lo que somos. Como resultado, no solo existe una comunicación mutua, sino una mutualidad en todo aspecto.