[Serie Volviendo a Dios] El poder de hablar con DiosMuestra

Establecer tus prioridades

Jesús define aún más claramente lo que es más importante. Sus mandamientos de amor establecen un estándar para todos tus tratos con otras personas. El concepto de amar a los demás como a sí mismo, transforma la manera en que se relacionan las personas. Pues, no hay sustento para tratar mal a nadie, por ningún motivo. El mandamiento del amor abarca a Dios, a los demás y a sí mismo. 

¡Cuán importante amarse a sí mismo, pero de la manera adecuada! ¡Cuán necesario amar a los demás como se ama a sí mismo, ni más ni menos! Amar a los demás de esta manera saca de tu vida racismo, sexo, nacionalidad, nivel socioeconómico o cualquier otra cosa que quiera diferenciar un ser humano de otro. Ninguna persona merece menos amor que otro. Jesús podía dar testimonio de este principio de vida, porque lo vivía. Estaba con los pecadores, ya fueran cobradores de impuestos o prostitutas; religiosos como los escribas, fariseos o sacerdotes; enfermos como leprosos, ciegos, paralíticos o con cualquier otra enfermedad, Jesús tenía tiempo para cada uno de ellos, una palabra de amor o un milagro.

Amar a los demás como a sí mismo, es la mejor expresión del amor a Dios. Es la manera en que vives ser completo por Cristo. Cuando Cristo te completa, no te hace falta maltratar a nadie, ni acudir a adicciones ni compulsiones para sentirte bien. Estar completos en él es lo que da sentido a la vida y te permite expresarlo en tu cotidianidad.

Descubrir la alegría de ser honesto con Dios

Nada puede esconderse de Dios. Dios te conoce y está listo para perdonar tus malas acciones si estás dispuesto a confesarlas. Al buscar el perdón de Dios todos los días, estás dando la bienvenida a la oportunidad de comenzar de nuevo. La confesión como el arrepentimiento tienen que ver con tu actitud hacia el pecado. No se trata solo de sentir temor y culpa. En realidad, lo que significa es un cambio de vida, no volver a hacer aquello que sabes que no es de buen testimonio en un hijo de Dios. El arrepentimiento es comenzar a hacer lo correcto. Si antes mentías, no mientes más y dices la verdad. Si antes robabas, no robas más, en su lugar trabajas para conseguir el dinero que necesitas. Si antes te emborrachabas, ya no te emborrachas, en su lugar usas el dinero para cosas que edifican en tu hogar. 

Reflexiona

Aprende a deleitarte en Dios, cada día de tu vida, como consecuencia tu vida cada día manifestará a Cristo en ti.