[Ahora es el momento: Lucas] Curso básico sobre el manejo del egoMuestra
El camino a Jerusalén
La base de la enseñanza de Jesús era el arrepentimiento, o sea, un cambio en la manera de pensar de la gente. Con su venida, el perdón de los pecados por medio de sacrificios sería cambiado por el sacrificio de él en la cruz. Un solo sacrificio perfecto, un solo derramamiento de sangre, sería suficiente para cambiar el destino de toda la humanidad.
El uso de parábolas era una manera por la cual Jesús mostraba la importancia de un nuevo modo de pensar. La sanidad de una mujer en el día del reposo fue un intento de cambiar la manera de pensar de los líderes religiosos. La manera de pensar es determinante para saber que fue Cristo quien hizo todo a nuestro favor.
En medio de todo su ministerio, Jesús nunca perdió de vista su destino final: Jerusalén. Él dijo: «Pero es necesario que hoy, mañana, y pasado mañana, siga mi camino…». Allí tenía que llegar para que se cumpliera el propósito de Dios, para la redención del mundo por medio de su muerte y resurrección al tercer día. Todo ego humano queda sin argumento, cuando reconocemos que fue Jesús quien se sacrificó tomando nuestro lugar.
Sexta lección sobre el manejo del ego: no pierdas de vista tu destino final. Lo que tú has sido enviado a hacer es diferente a la asignación de otros. No te compares, enfócate en lo que tú debes hacer, como lo hizo Jesús. Jesús es el Salvador, tú no puedes salvar a nadie. Pero tú, siendo salvo, tienes una tarea, una asignación que cumplir mientras estés en esta tierra.
Reflexiona
Cuando le formularon la pregunta, ¿quién se puede salvar?, Jesús respondió: «Pero estrecha es la puerta…». A cada uno le corresponde reconocer y aceptar que solamente él es la puerta por la cual se recibe salvación.
Responde
¿Sigues pensando que hay algo que tienes que hacer para merecer el favor de Dios y ser salvo? Acepta que el camino a Jerusalén ya se completó. Lo que haces, es por gratitud con Dios por la salvación que recibiste, no para conseguirla.
Ora
Señor, gracias por llegar hasta Jerusalén por mí. Ayúdame a tomar mi cruz y seguirte, hoy, mañana y pasado mañana. Señor, gracias por tu sacrificio en la cruz por mis pecados. Reconozco que tú eres el único camino de salvación y la única puerta al cielo. Ayúdame a enfocarme en lo que tú necesitas que yo haga para que otros sepan sobre este maravilloso sacrificio que hiciste por ellos también.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este es el segundo de una serie de cuatro devocionales basados en el Evangelio de Lucas. Este plan abarca los capítulos 8 a 14 del Evangelio, toca temas importantes para aprender a manejar el ego. ¿Pierdes de vista el hecho de que todo lo que eres capaz de lograr es por la gracia y el poder de Dios? ¿Estás preocupado trabajando para Dios o estás descansando a sus pies?
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Agradecemos a American Bible Society y a El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://elcentronetwork.com