[Ahora es el momento: Lucas] Curso básico sobre el manejo del egoMuestra

Jesús es quien da el poder y autoridad

En la mente de todo hijo de Dios, debe estar esta premisa, «todo poder y autoridad la da Dios». El problema con el manejo del ego se manifiesta cuando creemos que se trata de nuestra habilidad, carisma, talentos, dedicación, preparación o cualquier otra cosa que consideremos que es lo que nos da protagonismo en cualquier área de nuestra vida. 

Es necesario que paremos por cada una de las lecciones del manejo del ego planteadas en este devocional. En nuestra propia inteligencia, lo único que conseguimos fue demostrar que no podíamos y que necesitábamos de la intervención divina para sacarnos del lío en el que nos habíamos metido. 

Así que es necesario que recordemos:

1. Dios nos ha entregado el poder y autoridad para realizar la asignación que nos ha solicitado a cada uno de sus hijos. Esas habilidades, dones, regalos y talentos, no son nuestros, le pertenecen a él y deben ser usados para su gloria.
2. Cada día debemos crecer en nuestra relación con nuestro Señor, por medio de la lectura de la Palabra, la meditación en ella y la oración. Nada podemos hacer, sin la dirección profunda y dedicada de nuestro buen Dios.
3. Seamos obedientes a su Palabra. Cuando Jesús envió a los discípulos dio indicaciones específicas. En la Palabra, encontramos principios claros que nos permiten saber cómo debemos actuar hoy en nuestras vidas, familias, ministerio. 
4. Hagamos todo para glorificar su nombre. Nada debe ser para nuestro reconocimiento ni beneficio personal. Las asignaciones que él nos ha dado, el servicio que realizamos es por él y para él. 
5. No nos comparemos con otras personas. No nos ha puesto en competencia. Espera que seamos ministros competentes en todo lo que hacemos, es diferente, puesto que ya nos equipó con todo lo que necesitábamos para cumplir la misión. 
6. Que nada nos distraiga de lo verdaderamente importante. No pongas tus ojos en este mundo. Mantente enfocado en lo eterno. 

Reflexiona

¿Tienes sometido tu ego al gobierno de Cristo? Él quiere usarte para muchas cosas aquí en la tierra, pero necesitas tener la dimensión correcta de ti mismo. 

Responde

¿Sigues creyendo que se trata de ti? Entrega a Cristo esa manera de pensar y decide comenzar hoy a darle toda la honra y la gloria a él.

Ora

Señor, reconozco que he fallado de muchas maneras, queriendo quedarme con la gloria de todo lo que has hecho por mí. Hoy te entrego toda la honra y la gloria de mi vida, logros personales y ministeriales. Te doy gracias por tu amor inmenso y tu generosidad al capacitarme para servirte.