[Serie Salmos] Soñador alegreMuestra

Sueños

Con este plan das inicio al tercer plan devocional de la Serie Salmos. El primer devocional de esta serie está basado en el Salmo 46, donde discutimos sobre nuestra necesidad de descansar en el Señor. Luego, en el segundo devocional, hablamos del poder de la adoración, de cantar al Señor como lo describe el Salmo 47. Dijimos que puedes ser un terrible cantante, pero un tremendo adorador para hacer ruido gozoso de tu corazón al Señor. 

Este tercer devocional está basado en un salmo que no es famoso en realidad, pero te diré algo: se ha convertido en uno de mis favoritos. Este salmo trata sobre soñar en grande y no me refiero a los sueños que tienes durante la noche cuando vas a dormir. 

Me refiero a los sueños que te hacen pensar fuerte, «¿Qué sucedería si pasa esto? ¿Qué acontecería si esto se lleva a cabo? ¿Qué pasaría si Dios hace aquello? ¿Qué resultado habría si Dios mueve esto de esta manera?» El Salmo 126 maneja el  espectro de emociones que tenemos en la vida, desde el gozo y felicidad al llanto y dolor. ¿Cómo podemos ser parte de los sueños de Dios?

Como americanos, los sueños son tremendamente importante para nosotros. Uno de los discursos más famosos en la historia americana, fue el que realizó Martín Luther King Jr., «Yo tengo un sueño». Ese ha sido el discurso más grande de todos los tiempos. «Yo tengo un sueño. Yo tengo un sueño». Este discurso cambió el curso de nuestra nación.

Vemos todos los cuentos de hadas y las películas de Disney donde la trama es usualmente, «Aquí hay un sueño de cómo ellos vivieron felices por siempre».

Al final de tus estudios universitarios, cuando llegas a tu graduación, el orador se levantará y dirá, «Sigan sus sueños». Y tus padres irán detrás de ti diciendo: «Asegúrate que puedas pagar tus sueños».

Somos una cultura de sueños y esa es una gran cosa, pero la clave es que necesitamos estar en los sueños de Dios, no poner a Dios detrás de nuestros sueños. Necesitamos subirnos a sus sueños y dejar que sus sueños se manifiesten en nuestras vidas. Entonces, veremos lo que significa verdaderamente soñar algo y verlo llegar a tu vida.

¿Acaso Dios tiene un sueño para ti y para tus hijos? ¿Acaso Dios tiene un sueño donde tú juegas un papel en el reino? Sí, así es, y él no puede esperar para verte involucrado en esos sueños.